La víspera se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes y unidades de control de multitudes que dejaron al menos un policía herido de bala y una docena de detenidos por varias horas. La gobernación provincial ordenó un toque de queda entre las 11 de la noche y las 4 de la madrugada.
Si bien no se paralizó la Zona Libre de Colón ni la operación de grandes puertos en esa provincia, la actividad económica se ha visto perturbada, según las autoridades. Colón sirve de entrada y salida de los barcos que transitan el Canal de Panamá por el Atlántico, operación que se mantiene sin cambios.
Las protestas son recurrentes en esa provincia de más de 90.000 habitantes debido al alto desempleo, la violencia y el histórico deterioro que contrasta con los ingresos multimillonarios que se generan en esa zona comercial.
“Cómo es que aportando tanto esta provincia no tenga ni siquiera conectadas todas las casas que hay en el casco de la ciudad al sistema de agua potable y el Amador Guerrero (hospital) construido", se quejó ante la prensa local el dirigente Edgardo Voltier.
El paro fue convocado por una coalición de organizaciones sociales y gremiales para exigirle al gobierno central que concluya algunas grandes obras, entre ellas el hospital, que generen empleos en una de las provincias más violentas y con las mayores cifras de pobreza.
También exigen que se congele o se impulsen medidas paliativas por el fuerte alza en el precio del combustible que inició a mediados de diciembre y que disparó el costo de los alimentos.