Las tensiones se agudizaron después de que el gobierno de Kosovo, una exprovincia serbia, prohibiera a partir del 1 de febrero a los bancos y otras instituciones financieras de las zonas pobladas por serbios el uso del dinar en las transacciones locales e impusiera el euro.
El dinar se utilizaba ampliamente en las zonas de mayoría étnica serbia, sobre todo en el norte de Kosovo, para pagar pensiones y sueldos del personal de las instituciones administradas por serbios, incluyendo a escuelas y hospitales.
La prohibición ha enfurecido tanto a los serbios de Kosovo como a Serbia. Los líderes de Serbia y Kosovo debatieron sobre este asunto en un encuentro que se llevó a cabo la semana pasada en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Los manifestantes que participaron en una concentración en la zona serbia de la dividida ciudad de Mitrovica, en el norte de Kosovo, dijeron que la abolición del dinar viola los derechos de los serbios de Kosovo además de ser discriminatoria. Instaron a la comunidad internacional a presionar el gobierno de Kosovo para que revoque la medida.
“Eso significa prácticamente quitarnos la comida de la mesa”, afirmó Dusanka Djorovic, integrante de una asociación local de jubilados.
Dragisa Milovic, médico, dijo que la decisión de Kosovo “apunta a suprimir las instituciones serbias en estas zonas”.
En Pristina, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, rechazó esas críticas en un mensaje dirigido a los serbokosovares. Kurti subrayó que la nueva medida está intencionada a reprimir el flujo de dinero ilegal y “no le impide a Serbia apoyar económicamente a los ciudadanos de la comunidad serbia de Kosovo”.
FUENTE: Associated Press