Miami, Florida. – La detención de un joven cubano de 18 años por parte de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha generado polémica y preocupación en la comunidad migrante. El muchacho, estudiante de último año de secundaria y aspirante a bombero, fue arrestado el pasado 11 de septiembre en las oficinas de ICE en Miramar, Florida.
Un estudiante con sueños truncados
El joven había llegado a Estados Unidos siendo menor de edad y, según su familia, estaba plenamente integrado a la sociedad. Cursaba su último año de high school en Miami y formaba parte desde hace dos años del programa de cadetes de Coral Gables, con el objetivo de ingresar a la academia de bomberos.
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Su tía, Suzel Araguez Cruz, explicó al periodista Mario J. Pentón que el muchacho fue citado a la sede de ICE, donde permaneció más de cinco horas antes de que le informaran que quedaba bajo custodia. La familia asegura que habían seguido los pasos legales para regularizar su estatus, aunque sin éxito debido a trabas burocráticas y a la negativa de conceder paroles humanitarios, requisito para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.
En una cita anterior, solo lograron un I-220A, y denunciaron que un oficial impidió que la abogada defensora interviniera. En esta última reunión, ICE no revisó el caso ni hizo preguntas: simplemente procedió a detenerlo.
“Mi sobrino no tiene antecedentes criminales. Entregamos su pasaporte sin imaginar que eso facilitaría su deportación. ICE está deteniendo personas arbitrariamente para cumplir con cifras, sin sensibilidad ni sentido común”, denunció Araguez en un mensaje difundido por Pentón en X.
Este caso no es aislado. El pasado 16 de junio, la joven cubana Wendy Vega Lores, que cumplía 19 años ese mismo día, fue arrestada en la Corte de Inmigración de San Antonio, Texas. Su solicitud de asilo llevaba más de dos años sin respuesta.
Pese a no tener antecedentes y contar con un historial académico destacado —terminó la preparatoria en dos años y hacía voluntariado para fortalecer su aplicación a Medicina—, fue enviada al centro de detención de Karnes. Hoy enfrenta episodios de ansiedad mientras espera una audiencia para solicitar su liberación bajo fianza.
“Es muy triste ver la situación en la que estamos. Aquí hay personas que no hicieron nada malo y sin embargo las tienen encerradas”, declaró en entrevista con Univisión.
Debate abierto sobre la política migratoria
Los casos de Miami y Texas evidencian un patrón de detenciones de jóvenes sin historial criminal, lo que ha reavivado las críticas hacia el sistema migratorio estadounidense.
Mientras ICE sostiene que sus operaciones se centran en personas con antecedentes delictivos, organizaciones de derechos humanos advierten que la realidad es distinta: estudiantes y jóvenes con aspiraciones legítimas están siendo privados de libertad y enfrentan la amenaza de deportación, pese a haber crecido y echado raíces en Estados Unidos.