Aunque las autoridades locales sospechan que podría haber tenido intenciones hostiles, Miller niega rotundamente tales acusaciones y asegura que es un votante republicano fiel que nunca haría daño a nadie.
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SUSCRIBITEVem Miller, de 49 años, fue arrestado el pasado fin de semana en las inmediaciones de un mitin del expresidente Donald Trump en Coachella, California
Aunque las autoridades locales sospechan que podría haber tenido intenciones hostiles, Miller niega rotundamente tales acusaciones y asegura que es un votante republicano fiel que nunca haría daño a nadie.
El incidente ocurrió cuando agentes del condado de Riverside detuvieron a Miller en el perímetro del evento y encontraron en su vehículo al menos dos armas de fuego y munición. El sheriff del condado, Chad Bianco, afirmó que este fue el tercer intento frustrado de asesinato contra Trump, algo que Miller rechaza tajantemente, calificando las declaraciones del sheriff como "impactantes" y fuera de lugar.
Miller, residente de Nevada, sostiene que asistió al mitin invitado por el Partido Republicano del condado de Clark. Además, se ha identificado como un votante registrado del partido y anteriormente se presentó sin éxito a las elecciones locales en Nevada en 2022.
A pesar de las negaciones de Miller, algunos informes del New York Post sugieren que podría estar vinculado a un grupo antigubernamental de derecha, lo que ha generado preocupación entre las autoridades. También se discute si presentó o no una falsa credencial de prensa a los agentes que lo detuvieron. Mientras que algunos medios afirman que la credencial era falsa, otros aseguran que simplemente se trataba de un "pase de entrada especial".
Actualmente, Miller enfrenta cargos por posesión ilegal de armas, y ha sido liberado bajo fianza de 5.000 dólares. Según su defensa, desconocía las diferencias entre las leyes de armas de California y las de su estado de origen, Nevada. Además, también se le acusa de conducir un vehículo sin registrar y con matrícula falsa, lo que podría acarrear cargos adicionales a nivel federal.
A pesar de las sospechas iniciales, tanto el Servicio Secreto como el FBI no consideran que Miller tuviera un plan concreto para asesinar a Donald Trump, y por el momento no están investigando el incidente como un intento de magnicidio.
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