Así lo reconoció en una audiencia ante la Cámara de Representantes, en la que asumió, como directora, toda la responsabilidad por este fallo y afirmó que a la agencia le habían informado sobre una persona sospechosa en el mitin de Trump, de dos a cinco veces antes del tiroteo.
La directora del Servicio Secreto de los Estados Unidos recibió en esta audiencia el Congreso llamados bipartidistas para que renuncie a su puesto.
Los legisladores buscaban entender con sus preguntas cómo el joven tirador de sólo 20 años se pudo acercar tanto al sitio donde hablaba Trump, subirse al techo del edificio industrial, y desde una distancia de unos 130 metros, disparar cómodamente con su AR-15.
Cheatle prefirió no responder si la agencia conocía que estaba este tirador sobre este techo y afirmó que aún se investigan cosas sobre este incidente.
En esta audiencia, la primera programada de un grupo de acciones de supervisión en el Congreso sobre el intento de asesinato de Trump, la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos dijo que había aumentado el nivel de seguridad que se le dio al ex presidente mucho antes de la campaña.
Sin embargo, horas antes de esta audiencia, el Servicio Secreto había reconocido que rechazó algunos pedidos de la campaña del candidato presidencial republicano para elevar el nivel de seguridad de sus eventos, años antes del intento de asesinato.
El interrogatorio en el Congreso se da en medio de las revelaciones de que las fuerzas del orden habían señalado al tirador Thomas Mathew Crooks como sospechoso, como persona de interés en el mitin de Butler, en Pensilvania, una hora y dos minutos antes de que él le disparara varias veces con su AR-15 a Trump, lo hiriera en la oreja, matara a uno de los participantes e hiriera a otros dos.
La directiva afirmó que el pistolero había sido identificado como sospechoso, pero no como una amenaza, y si esta agencia hubiera sido notificada de una amenaza, los agentes “nunca habrían sacado al ex presidente al escenario”, aunque ahora investigan cuándo se pasó esta información a los agentes.
También se conoció recientemente, según las propias revelaciones de los directivos del Servicio Secreto y el FBI, en conferencia telefónica con senadores, que Crooks estuvo el 7 de julio en el lugar en el lugar del mitin para explorar el sitio e igualmente lo visitó la mañana del 13 de julio, el día del atentado.
Regresó después al lugar y las autoridades lo vieron como a las 5:10 de la tarde y 20 minutos después, a las 5:30 lo detectaron con un telémetro y enviaron una alerta por radio al puesto de mando.
Después, agentes locales de la ley y del Servicio Secreto intentaron localizar al joven, pero no lo vieron otra vez como hasta aproximadamente las 5:52 pm, cuando un francotirador de la agencia lo divisó.
Diez minutos después, Trump subió a la tribuna y tras hablar por varios minutos, como a las 6:09 de la tarde, personas desde la multitud vieron a Crooks arrastrándose por el techo de la nave industrial y alertaron a las autoridades.
Dos minutos después, a las 6:11 de la tarde, el pistolero hizo sus primeros disparos. La respuesta de agentes del Servicio Secreto al fuego fue menos de 30 segundos después y lo mataron.