El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha anunciado su intención de reabrir una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la cárcel de Rikers Island, tras reunirse con Tom Homan, designado por el presidente Donald Trump como "zar de la frontera".
Esta decisión marca un cambio significativo en la política migratoria de la ciudad, que desde 2014 ha sido reconocida como una ciudad santuario, limitando la cooperación con las autoridades federales de inmigración. New York Post
Según el comunicado emitido por la alcaldía, Adams está trabajando en una orden ejecutiva que permitirá a los agentes de ICE operar dentro de Rikers Island, con el objetivo de asistir al Buró de Inteligencia Penitenciaria en investigaciones criminales, especialmente aquellas relacionadas con delincuentes violentos y pandillas.
Esta colaboración estuvo vigente durante 20 años, pero fue suspendida en 2015 bajo la administración del entonces alcalde Bill de Blasio. The Guardian
La medida ha generado controversia entre funcionarios locales y defensores de los derechos de los inmigrantes.
La presidenta del Concejo Municipal, Adrienne Adams, junto con las concejalas Alexa Avilés y Sandy Nurse, expresaron su preocupación, señalando que la decisión podría priorizar los intereses de la administración Trump sobre los de los neoyorquinos. New York Post
Por su parte, Murad Awawdeh, director de la Coalición de Inmigración de Nueva York, criticó la iniciativa, argumentando que socava las políticas de santuario de la ciudad y pone en riesgo a las comunidades inmigrantes. Awawdeh afirmó que el alcalde está intentando eludir las leyes locales y colaborar con la agenda de detención y deportación de la administración Trump. The Guardian
Adams ha defendido su postura, enfatizando la necesidad de reparar el sistema de inmigración y su compromiso de trabajar con la administración federal para mejorar la vida de los neoyorquinos. Sin embargo, esta decisión se produce en medio de presiones para alinearse con las políticas migratorias de Trump, especialmente después de que el Departamento de Justicia retirara recientemente cargos de corrupción contra el alcalde, lo que ha generado dudas sobre la independencia de la fiscalía y posibles acuerdos entre la ciudad y el gobierno federal. El País
La reactivación de la presencia de ICE en Rikers Island podría señalar un cambio en la postura de Nueva York como ciudad santuario, con implicaciones significativas para la comunidad inmigrante y la política migratoria local.