El gobierno de Estados Unidos reiteró su llamado a la extradición de Joanne Chesimard, conocida como Assata Shakur, quien permanece prófuga desde hace décadas tras escapar de prisión y recibir asilo político en Cuba.
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SUSCRIBITELa delincuente huyó a Cuba después de escapar de una prisión donde cumplía cadena perpetua por el asesinato de un policía
El gobierno de Estados Unidos reiteró su llamado a la extradición de Joanne Chesimard, conocida como Assata Shakur, quien permanece prófuga desde hace décadas tras escapar de prisión y recibir asilo político en Cuba.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) renovó la recompensa de un millón de dólares por información que conduzca a su captura.
Shakur fue condenada en 1977 a cadena perpetua por el asesinato del oficial estatal de Nueva Jersey, Werner Foerster, ocurrido el 2 de mayo de 1973 durante una parada de tráfico en la autopista de ese estado. Según las autoridades, el ataque fue perpetrado junto a otros dos miembros del Ejército de Liberación Negra (Black Liberation Army), un grupo armado radical activo en aquella época.
Después de ser sentenciada, Shakur escapó de una prisión de Nueva Jersey en 1979 y, cinco años más tarde, logró llegar a Cuba, donde obtuvo asilo político. Esta situación ha sido durante años un punto de fricción diplomática entre Washington y La Habana. Mientras el gobierno estadounidense insiste en su extradición, las autoridades cubanas mantienen que se trata de una refugiada política.
“El régimen cubano continúa ofreciendo refugio seguro a terroristas y delincuentes, incluidos fugitivos de la justicia estadounidense. El asesinato del agente Werner Foerster no será olvidado y seguiremos buscando justicia”, expresó el secretario de Estado, Marco Rubio, en un comunicado reciente.
Assata Shakur fue incluida en 2013 en la lista de los terroristas más buscados por el FBI, siendo la primera mujer en recibir esa clasificación. Las autoridades estadounidenses la consideran una "terrorista doméstica" y advierten que debe ser considerada "armada y peligrosa".
Sin embargo, su figura genera posturas encontradas. Mientras el FBI la identifica como una criminal peligrosa, diversas organizaciones de derechos civiles y activistas la ven como un ícono de la resistencia negra en Estados Unidos. Su autobiografía, publicada a fines de los años 80 en Cuba, ha circulado ampliamente en espacios académicos y militantes, y su legado ha influido en la cultura afroamericana. Cabe destacar que fue madrina del fallecido rapero Tupac Shakur.
En 2019, la recompensa por su captura había sido duplicada a dos millones de dólares. No obstante, Shakur no fue incluida en los acuerdos bilaterales alcanzados entre Cuba y Estados Unidos durante el deshielo diplomático impulsado por el expresidente Barack Obama.
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