Durante su estancia, Luisito recorrió lugares emblemáticos de La Habana, como el Malecón, el Capitolio y zonas menos turísticas, ofreciendo a sus más de 42 millones de suscriptores en YouTube una mirada sin filtros de la vida cotidiana cubana. En sus videos, abordó temas como la escasez de productos básicos, el acceso limitado a internet, y las condiciones económicas y sociales que enfrentan los cubanos a diario.
"Quería ver con mis propios ojos cómo se vive realmente en Cuba", dijo el influencer en uno de sus clips. “No solo lo bonito, también la parte difícil que muchas veces no se muestra”.
La publicación de sus videos generó miles de comentarios, tanto de apoyo como de crítica. Muchos usuarios agradecieron la transparencia con la que mostró la realidad del país, mientras que otros señalaron que su enfoque podría alimentar percepciones negativas del régimen cubano.
Además del impacto social, su contenido alcanzó millones de visualizaciones en pocos días, posicionándose entre las tendencias de YouTube en América Latina y generando eco en medios internacionales.
La visita de Luisito se suma a una serie de influencers y periodistas independientes que han documentado la situación en Cuba desde una perspectiva no oficial, desafiando la narrativa habitual y ofreciendo un retrato más complejo del país caribeño.