Fue el segundo trimestre consecutivo de contracción económica, uno de los indicios informales de una recesión. La mayoría de los economistas dicen que, dada la fuerza del mercado laboral estadounidense, la primera economía del mundo aún no ha caído en ella, pero temen que vaya en esa dirección a medida que la Reserva Federal eleva las tasas de interés para combatir la inflación.