Según publica el portal Diario de Cuba, Miguel Díaz-Canel "interrumpió abruptamente" su visita la semana pasada a la Iglesia de la Transfiguración, en el Barrio Chino de Nueva York, adonde había ido con la comitiva que lo acompañó a las sesiones de la Asamblea General de la ONU, para "rendir homenaje" al sacerdote cubano Félix Varela.
De acuerdo con la publicación estadounidense National Catholic Register, el 23 de septiembre último el gobernante de la Isla visitó ese lugar, después de haber consultado a la Arquidiócesis de Nueva York "tres semanas antes si podía depositar una ofrenda floral en la estatua del venerable Félix Varela, un sacerdote y patriota cubano en camino a la canonización".
Según esa nota, la visita "fue solo por invitación y envuelta en secreto", y se esperaba que al templo acudiera también el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, quien ha visitado Cuba y se ha reunido con Díaz-Canel al menos en tres ocasiones previas.
De acuerdo con declaraciones para el reporte de Octavio Cisneros, obispo auxiliar retirado de Brooklyn, fue él el encargado de dar la bienvenida al gobernante y su comitiva, dado que el cardenal Dolan no había llegado y el grupo de cubanos "llegó antes de lo previsto a las 4:20PM".
"Aparentemente, Díaz-Canel entró directamente a la iglesia para colocar su corona de flores en la estatua del padre Varela. El obispo Cisneros lo acompañó y explicó la importancia que el padre Varela tenía como sacerdote para la Iglesia Católica en Nueva York", indica el reporte.
"Le dije algunas palabras sobre esta iglesia, cómo el padre Varela había fundado la parroquia. Le conté al presidente sobre la importancia de esta iglesia y del padre Varela en Nueva York como alguien que trabajó incansablemente para ayudar a los irlandeses e italianos. Le expliqué que cuando los pobres estaban enfermos, el padre Varela visitaba a la gente en el hospital, incluso durante una epidemia de cólera", refirió Cisneros.
Pero el encuentro no duró diez minutos: "De repente, Díaz-Canel agradeció al obispo Cisneros y le dijo que los hombres del Servicio Secreto de los Estados Unidos le habían dado instrucciones para partir. Luego, el Servicio Secreto sacó a Díaz-Canel del edificio".
Agrega el medio católico que el cardenal Dolan se encontraba a solo unas cuadras de distancia en su automóvil cuando lo llamaron y le dijeron que el gobernante cubano acababa de irse. Por consiguiente, el conductor dio la vuelta, aseguró Christopher Ljungquist, asesor para América Latina de la Oficina de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
"Todos en el edificio de la parroquia-escuela de la Transfiguración se sorprendieron, incluido el arzobispo Gabriele Giordano Caccia, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, y el arzobispo Paul Gallagher, secretario de Relaciones Exteriores del Vaticano, que había llegado mientras Díaz-Canel todavía estaba en la iglesia. Los miembros de la delegación cubana e incluso los sacerdotes de la parroquia de la Transfiguración se miraron con asombro", refiere el reporte.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, se disculpó con el arzobispo Gallagher y el arzobispo Caccia. Durante diez minutos, los representantes del Vaticano hablaron en español con la delegación cubana sobre cómo debería haber más reuniones en el futuro y la importancia de las relaciones con la Iglesia, agrega la nota.
Varias voces vinculadas a la institución religiosa cuestionaron la visita de los representantes del régimen cubano a la parroquia neoyorquina.
"Es inusual. No sé si hay un precedente. Cuba no solo es considerada un adversario para los Estados Unidos, sino que también está en una lista del Departamento de Estado como uno de los peores perseguidores de la religión. Es conocido como un 'país de especial preocupación'", recordó para el National Catholic Register Nina Shea, directora del Centro para la Libertad Religiosa del Instituto Hudson.
Por esa razón, la ceremonia en la parroquia de Nueva York fue "desconcertante y decepcionante", agregó.
"Este es un evento de propaganda del Partido Comunista de Cuba", subrayó, recordando que el jefe de la Orden Jesuita en Cuba, el sacerdote David Pantaleón, fue expulsado de la Isla, después que las autoridades no le renovaran su permiso de residencia.
FUENTE: diariodecuba.com