El pelotero Iván Prieto, que no estaba en la nómina oficial del equipo Cuba, sino que viajó como receptor de bullpen, se quedó en Miami y el régimen lo reportó como baja del equipo nacional por abandono de la delegación.
Para continuar, suscribite a americateve. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEEl pelotero Iván Prieto, que no estaba en la nómina oficial del equipo Cuba, sino que viajó como receptor de bullpen, se quedó en Miami y el régimen lo reportó como baja del equipo nacional por abandono de la delegación.
Se trata de la primera fuga de un pelotero cubano en las cinco ediciones del Clásico Mundial.
A sus 26 años y las siete temporadas que jugó en la isla, este receptor del equipo Granma pudiera firmar como agente libre sin restricciones en Grandes Ligas.
La fuga en Miami del receptor cubano Iván Prieto ocurrió después de que el llamado Team Asere, que armó el régimen, recibiera una paliza de 14 carreras por dos por parte del Team USA en la semifinal del Clásico en el estadio de los Marlins en Miami.
El juego se realizó en medio de las protestas de exiliados y el arresto de tres cubanos que se lanzaron al terreno, entre ellos, el artista Danilo Maldonado, conocido como el Sexto, con un cartel que decía Libertad para los Presos Políticos del 11 de Julio.
Antonio Fernández, miembro del opositor Frente Antitotalitario Unido, y el periodista y escritor cubano Carlos Manuel Alvarez, siguieron los pasos del Sexto. Todos ya fueron liberados.
La protesta de exiliados se produjo en medio de la polémica por la negativa inicial de la seguridad del estadio de los Marlins de que se entrara con carteles y ropa con frases en contra el régimen.
Esta prohibición inicial provocó que el líder del Movimiento Democracia, Ramón Sául Sánchez, y el ex preso político del Movimiento San Isidro Esteban Rodríguez, entre otros exiliados, se manifestaran en una de las entradas de la instalación deportiva, exigiendo que se eliminara esa prohibición, lo cual sucedió posteriormente.
La manifestación frente el estadio de los Marlins en Miami en el juego del equipo Cuba con el estadounidense reunió a varias generaciones de exiliados con carteles pidiendo libertad para la isla, el fin de la dictadura y mostrando los rostros de presos políticos y víctimas de esa dictadura, como los niños asesinados en el hundimiento del remolcador 13 de Marzo en julio de 1994.
El régimen llamó héroes a los peloteros del equipo Cuba, que regresó este lunes a la isla sin el receptor que se quedó en Miami y calificó con su adjetivo de moda de odiadores a los exiliados que protestaron no sólo en las afueras del estadio, sino dentro con sus carteles y camisetas con frases en contra de la dictadura y por la libertad de la isla.
Suscribite a nuestro Newsletter