Han pasado más de tres años y medio desde que los doctores cubanos Landy Rodríguez Hernández y Assel Herrera Correa fueron secuestrados en Kenia por el grupo terrorista Al-Shabab y hasta ahora, ninguna gestión para lograr su liberación ha dado frutos.
El tema ya ha sido prácticamente olvidado por los medios oficialistas del régimen cubano y sólo ocasionalmente se hace alguna referencia a los galenos, quienes se supone que estén en territorio somalí, desde donde operan sus secuestradores.
Esta semana, el gobernante designado Miguel Díaz Canel, hizo una ambigua mención sobre el cirujano Rodríguez Hernández y el especialista en medicina general Herrera Correa, luego de reunirse en La Habana con el canciller de Kenia, Alfred Mutua.
“Recibí al canciller de Kenia, Dr. Alfred Mutua, y le confirmé la voluntad de continuar afianzando lazos de amistad y cooperación entre ambos países. Agradecí el compromiso y apoyo del gobierno keniano en empeño por lograr el regreso seguro a Cuba de nuestros médicos secuestrados”, escribió en Twitter Díaz-Canel.
Fuera de eso, el diario Granma, principal periódico oficialista, sólo se dedicó a resaltar “la hermandad entre las dos naciones, las fuertes relaciones políticas, la cooperación e intercambio económico-comercial y la voluntad de extenderlas”, al tiempo que ignoró por completo el asunto de los médicos, secuestrados el 12 de abril del 2019.
Por su parte, el portal oficial Cubadebate lo menciona en el último párrafo de su nota, como una pincelada para matizar la reunión.
Entretanto, dos familias cubanas no pierden las esperanzas de ver regresar algún día a sus seres queridos, de quienes ni siquiera se tienen pruebas de vida, a pesar de la desidia de un gobierno que los usó en esa suerte de esclavitud moderna que es la exportación de contingentes médicos y ahora parece haberlos echado al olvido.