Una joven habanera protagonizó este lunes una protesta en la céntrica calle Monte, tras más de cinco días sin servicio de agua, en un hecho inusual que terminó con su rodeada por agentes de la policía.
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SUSCRIBITEUna joven protagonizó una protesta en La Habana por la falta de agua, enfrentándose a la policía. La manifestación, apoyada por otras mujeres, destacó la crisis de agua y el descontento ciudadano en Cuba
Una joven habanera protagonizó este lunes una protesta en la céntrica calle Monte, tras más de cinco días sin servicio de agua, en un hecho inusual que terminó con su rodeada por agentes de la policía.
La muchacha, hija de la activista Ariadna Mena Rubio, salió a la vía pública con varios cubos vacíos en las manos y los colocó en medio de la calle, interrumpiendo el tráfico como forma de denuncia ante la crisis del agua en su barrio.
Testigos relataron que cuando un agente intentó retirarlos, la joven se lo arrebató y volvió a colocarlo en la vía, en un gesto de desafío que provocó la rápida llegada de más efectivos policiales. Poco después, imágenes difundidas en redes sociales mostraban a la manifestante rodeada por uniformados.
La protesta no quedó en un acto aislado: varias mujeres, algunas con niños, se sumaron al reclamo en plena calle, mientras los hombres observaban a cierta distancia. La breve manifestación simbolizó tanto la desesperación cotidiana como el alto costo político de exigir un derecho básico en Cuba.
En su cuenta de Facebook, la madre de la joven escribió:
“Mi hija rodeada por exigir sus derechos. Abajo la dictadura”, difundiendo así el episodio en redes sociales.
El trasfondo de la protesta es la grave crisis de agua que atraviesa la capital cubana, donde barrios enteros acumulan semanas sin servicio. Municipios como Regla y Centro Habana ya han sido escenario de manifestaciones vecinales por la prolongada sequía, mientras la empresa estatal Aguas de La Habana ha reconocido el colapso de sus deterioradas redes de conducción.
Más allá de la escasez de agua, lo ocurrido este lunes tuvo un fuerte cariz político: una joven enfrentándose sola a la policía, bajo la mirada de su comunidad y con el eco inmediato de su madre opositora.
El episodio, breve pero contundente, se convirtió en un símbolo del hartazgo ciudadano en un país donde exigir servicios básicos puede transformarse en un acto de resistencia política.
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