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Canadá

OPINION: Los espías de La Habana en Canadá

americateve | Antonio Tang Báez
Por  Antonio Tang Báez

Las apertura Estados Unidos-Cuba que culminó en la visita a Cuba del presidente estadounidense Barack Obama en 2016 comenzó con conversaciones y negociaciones muy secretas en Canadá.

Pero la maquinaria de infiltración y desestabilización del régimen cubano nunca dejo de espiar, infiltrar y desestabilizar a los países “amigos” como Canadá.

El arresto reciente del ex diplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha por espiar durante décadas para Cuba, le echó agua helada al témpano de hielo que fue el ataque sónico contra diplomáticos de Estados Unidos y Canadá en La Habana.

Comenzaron solo unos meses después de la visita histórica de Obama a Cuba.

Pareciera no tener explicación lógica atacar a Canadá, importante socio comercial y de turismo de Cuba que no apoya el embargo de Estados Unidos. Sin embargo, sí la tiene.

A China y Rusia no les convenía una apertura que llevara a perder a Cuba como valioso aliado geopolítico. La dictadura cubana siempre ha estado presta para la “guerra silente” contra Estados Unidos y ha sido una punta de lanza internacional para los chinos y rusos.

La intromisión de China en las elecciones y el asentamiento de estaciones de policía extraterritoriales en Estados Unidos y Canadá la llevan, para esquivar las rigurosas investigaciones en curso, a utilizar a los cubanos como mercenarios en sus campañas de guerra asimétrica, incluidas las cibernéticas. Y Rusia, envuelta en la guerra contra Ucrania, busca intimidar a los dos países de América del Norte.

Canadá, por ser el mejor aliado de Estados Unidos y vecino en su frontera norte, siempre ha sido un objetivo estratégico del espionaje cubano. La Dirección de Inteligencia de Cuba, DI, (antigua Dirección General de Inteligencia, DGI) del Ministerio del Interior, MININT, es vigilada permanentemente por los servicios de contrainteligencia canadienses. La historia demuestra que sus oficiales y agentes son detectados, infiltrados y neutralizados en Canadá.

A continuación, comparto una pequeña muestra de los oficiales de la DI de Cuba que han sido detectados y neutralizados en Canadá.

Uno de los casos más sonados fue, a mediados de la década de los ochenta, el del periodista argentino Alberto Rabilotta, radicado en Montreal, Quebec, desde 1970.

Fue acusado por la Policía Federal Canadiense (RCMP por su siglas en inglés) de ser un agente a sueldo de la DGI y a la agencia de noticias cubana Prensa Latina para encubrir operaciones de los agentes cubanos. Prensa Latina había sido un puente en la década de los setenta para financiar a grupos terroristas separatistas en Quebec.

El Teniente Coronel de la DGI Roberto Carbajal Acebal dirigía desde Montreal las operaciones de penetración y desinformación en contra del exilio cubano del Departamento Q-2 de la DI. La RCMP lo neutralizó.

En noviembre de 1992, los ex oficiales de la DGI Florentino Aspillaga y Enrique García hicieron pública en una conferencia de prensa una larga lista de oficiales de la DGI alrededor del mundo y los lugares donde operaban.

El evento se llevó a cabo en mi residencia en Montreal, Canadá, y contó con la presencia de periodistas de todos los medios canadienses y varios de Estados Unidos.

Allí hizo su debut como periodista internacional Juan Manuel Cao, que hoy es un conocido presentador y comentarista de la televisión de Miami.

De la larga lista de más de mil oficiales y colaboradores de la DGI denunciados, se destaca el caso, Orlando Brito Pestana, que estaba a cargo del Centro de Inteligencia del consulado cubano en Montreal y operaba con fachada diplomática.

Dos años más tarde, la DGI decidió lanzar un ataque para neutralizar mis acciones contra el régimen de Fidel Castro. y el cónsul cubano Adelfo Martín fue el encargado de efectuar la operación.

Fui invitado al Consulado General de Cuba en Montreal, supuestamente para participar de una futura reunión en La Habana de lo que pasó a conocerse como los encuentros de “La Nación y la Emigración.” Era el debut de un nuevo instrumento del MININT para dividir y desacreditar al exilio cubano.

El servicio de contrainteligencia de Canadá, CSIS, me había advertido que no participara de la reunión o entrara en el consulado, pues sabía que la DGI me consideraba un enemigo. Igual, lo hice. Martín fue el encargado de la reunión. Fui recibido en una amplia sala del consulado y se me ofrecieron cigarros, Johny Walker y café.

En una amplia y supuesta conversación “privada”, se me planteó que podría participar del evento con libertad en los temas que deseara tratar. Pero todo era una mentira y detrás de un espejo se grababa todo. Meses después, un supuesto disidente envió a Miami un video bien editado que intentaba desmoronar mi imagen de luchador contra la dictadura cubana.

Pero el plan fracasó estrepitosamente y los medios de Miami se burlaron de la operación. CSIS tomó cartas en el asunto, pues se había utilizado una sede diplomática para comprometer, chantajear y extorsionar a disidentes y opositores; además, yo era ciudadano canadiense.

La reacción canadiense tuvo resultados increíbles que con el tiempo enlazó a tres oficiales de la DGI de la forma más inesperada.

Orlando Brito Pestana, a quien Enrique García había denunciado como oficial de la DGI, fue expulsado de Canadá junto con el cónsul Martín, autor del video manipulado. Fueron remplazados por dos jóvenes diplomáticos, Julio Cesar Oliva Perdueles, de cónsul y Ramón Hurtado, de vicecónsul.

No estaban en la lista de García, pero se toparon con una desagradable sorpresa. José Cohen, otro alto oficial de la DGI, había escapado de Cuba en una balsa en agosto de 1994 después de colaborar con la CIA en La Habana varios años y llevó nuevas informaciones que los identificaba como oficiales de la DGI.

Así fueron expulsados de Canadá junto con Julio Concepción González y sus respectivas familias. Al mismo tiempo, el CSIS aprovechó para hacer limpieza en la embajada cubana en Ottawa y envió de regreso a Cuba al oficial del DGI Raúl Rodríguez Averhoff, quien fungía como Tercer Secretario. En total, fueron seis los oficiales del DGI expulsados tras la fracasada operación del video de Montreal.

El régimen cubano no se dejó amedrentar y siguió al ataque en Canadá, enviando de embajadores a estrechos colaboradores de la Inteligencia. Primero despacharon a Carlos Fernández de Cossío (1999-2004), un hombre muy vinculado a los servicios y hoy Vice Ministro de Relaciones Exteriores.

Del 2018 al 2021, la también Vice Ministro de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal fue la embajadora. Vidal había dirigido el Departamento de Estados Unidos cuando el acercamiento de Obama y los ataques sónicos y es esposa de José Anselmo López Perera, que fue expulsado en 2003 siendo cónsul en Washington, por actividades contra la seguridad nacional de Estados Unidos.

Hoy, con nuevas amenazas que llegan desde La Habana y los peligros que corren las democracias de los Estados Unidos y Canadá, es extraordinario ver que tres de los los ex oficiales participantes de las batallas contra el espionaje cubano en Canadá, Enrique García, Orlando Brito y José Cohen, han suscrito un documento en conjunto con otros tres de los seis más destacados desertores del régimen cubano donde piden el fin a la dictadura cubana.

Antonio Tang es un cubano-canadiense inversionista privado. Se exilió en Canadá en 1981 y ha sido un destacado activista por la libertad de Cuba.

americateve | Antonio Tang Báez
Por  Antonio Tang Báez

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