El régimen cubano anunció que 78 personas están detenidas y en proceso judicial por supuesta malversación, falsificación de documentos públicos, apropiación indebida y receptación por robar y traficar productos importados por el puerto de Santiago de Cuba para la canasta racionada por la libreta de racionamiento.
Se trata de otro capítulo de la más reciente puesta televisiva del régimen para intentar lavar el rostro de su cuestionado Ministerio del Interior y su sistema de justicia en su ahora publicitada batalla contra la corrupción.
En este operativo publicitario de moda del régimen para intentar dar la imagen de que actúa con rapidez y justicia ante los delitos y la corrupción que aumentan en Cuba, este es curiosamente el tercer reportaje televisivo en apenas unas dos semanas que el MININT presenta en la televisión oficialista, sin haber permitido antes que la maniatada prensa cubana hablara de este supuesto caso de corrupción en el puerto de Santiago de Cuba por el que dice están detenidos funcionarios, empleados portuarios, de empresas de carga y transportistas, y del que recuperó más de 60 toneladas de alimentos, sobre todo arroz, frijoles, azúcar y harina de la canasta racionada por la libreta.
La noticia del arresto de 78 cubanos por el supuesto desvío de productos importados de la libreta de racionamiento en el puerto de Santiago de Cuba no sorprende a muchos en la isla. El indetenible mercado negro en el país se nutre precisamente de ese ineficiente sistema estatal que hace aguas por todos lados. Según el reporte televisivo del MININT, la única referencia de este caso es que fue en el 2023, sin precisar fecha exacta ni identificar a los acusados a quienes, afirma, se le ocuparon entre otras cosas, 479 mil pesos, 769 dólares y 200 euros.
Este reportaje televisivo sobre un supuesto caso de corrupción en el puerto de Santiago de Cuba ocurre justo en medio de una agravamiento de la escasez y los severos problemas sin respuesta por parte del régimen para garantizar la estabilidad y la puntualidad de los pocos productos que sobreviven de la libreta y justo cuando el cubano vive otra dura tanda de apagones que acaba con los pocos alimentos que puede guardar para comer.