Las clarias en una vieja cisterna de un hotel en Isla de la Juventud, el primer centro de trabajo estatal que lo hace en ese municipio especial, es parte de ese reciclado experimento del Período Especial con el que el régimen intenta igual enfrentar la crisis de alimentos, entre ellos irónicamente de pescado.
Se trata de fomentar la cría de peces en estanques de centros laborales, casas y barrios, mientras sus funcionarios justifican esa inconcebible escasez de pescado con que los mares que rodean el archipiélago, según ellos, ya no tienen los peces que demandan los cubanos.
El cultivo de peces de agua dulce en un hotel en Cuba aparece en momentos en que, por otro lado el Ministerio de Comercio Interior, se aparece ahora culpando a las recientes condiciones climatológicas en la isla, aunque el reciente temporal sólo afectó a una parte del país, y a lo que llamó "la disponibilidad oportuna de inventarios” de los imparables retrasos en la distribución de la canasta familiar racionada por la libreta de enero y febrero de este 2024, una realidad que tensa aún más la vida del cubano.
Hoy una vez más en Cuba, la otrora azucarera del mundo, el régimen ya avanzando febrero no ha podido entregar la cuota normada de azúcar por la libreta de racionamiento del pasado enero en cinco de las provincias, y en el resto dice la completó ahora en esta primera semana de febrero.
Afectaciones similares ocurren con dos productos básicos para el cubano: el arroz y el café.
Las siete libras de arroz de enero ahora se están completando en febrero, aunque no al mismo tiempo en todas las provincias, mientras que del café, el Ministerio de Comercio Interior anuncia que terminó la producción para recuperar el que le debe a los cubanos de nada más y nada menos de diciembre, aunque promete que el de febrero, supuestamente, está seguro.