Este miércoles, la sede diplomática estadounidense reanuda sus servicios consulares y procesamientos de visas, luego de que fueran suspendidos en 2017, por los incidentes de salud de sus funcionarios, conocidos como el Síndrome de La Habana, lo cual llevó a la anterior administración de Donald Trump a reducir drásticamente su personal.
La oficina indicó que dará prioridad a los procesos de reunificación familiar y a los ganadores de la lotería de visas, el llamado bombo. De momento, no se menciona la concesión de visas de visita y turismo.
La reanudación de las actividades consulares coincide con la mayor estampida migratoria desde Cuba en toda la historia, que en el año fiscal 2022 superó las cifras de los éxodos del Mariel en 1980 y la crisis de los balseros de 1994 juntos.
Desde 2017, los cubanos que querían obtener una visa a Estados Unidos debían viajar a un tercer país, fundamentalmente a Guyana, para poder hacer sus trámites de visado, con un alto costo.
"Es una buena señal que los gobiernos de ambos países están conversando sobre cómo manejar los flujos migratorios de una manera ordenada y racional", dijo a la AFF el analista Michael Shifter, de la Universidad de Georgetown en Washington.
Pero esas conversaciones "se han limitado a cuestiones migratorias, particularmente en el contexto de la aguda crisis migratoria", advirtió Jorge Duany, experto en Cuba en la Universidad Internacional de Florida.
Embajada de EEUU en Cuba reanuda servicios consulares tras cierre en 2017
Éxodo histórico
Cuba, golpeada por la peor crisis económica en tres décadas, enfrenta su mayor éxodo migratorio.
Esas salidas se dispararon desde noviembre de 2021, cuando Nicaragua, un fuerte aliado de La Habana, eliminó el visado para los isleños, que en su mayoría vuelan a ese país centroamericano para iniciar una travesía terrestre hacia Estados Unidos.
Según cifras oficiales estadounidenses, entre diciembre de 2021 y el mismo mes de 2022, las autoridades fronterizas interceptaron en 277.594 ocasiones a cubanos que habían entrado ilegalmente al país por vía terrestre. La emigración ilegal por mar también se disparó en los últimos meses.
El gobierno cubano reconoce que Washington entregó el año pasado, por primera vez desde 2017, más de 20.000 visas de inmigrantes, cifra establecida en los acuerdos migratorios de 1994-95.
- "Camino intermedio" -
Aunque flexibilizó algunas de las disposiciones de Trump hacia Cuba, relacionadas con la entrega de visas y la reactivación de vuelos a provincias cubanas, el presidente estadounidense Joe Biden ha evitado retomar la política de mayor acercamiento de Barack Obama (2009-2017), de quien fue vicepresidente.
Cuando llegó a la Casa Blanca, en enero de 2021, el mandatario demócrata prometió revisar la política de su antecesor republicano hacia La Habana, pero endureció su discurso tras las protestas antigubernamentales de julio de 2021, las mayores registradas en la isla en seis décadas de régimen de partido único.
El mes pasado, Biden reiteró su reclamo de liberación de "cientos de presos políticos" tras esas protestas. Su gobierno mantiene a Cuba en una lista de países que patrocinan el terrorismo y la incluyó recientemente en otra de naciones que atentan contra la libertad religiosa.
"Es el (gobierno) que con más agresividad y eficacia ha aplicado el bloqueo", dijo recientemente el vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossío, en alusión al embargo comercial estadounidense vigente desde 1962.
Para Duany, "Biden está intentando recalibrar su política hacia Cuba, para trazar un camino intermedio entre la 'presión máxima' de Trump y el 'acercamiento' de Obama, pero hasta ahora los cambios en la política estadounidense hacia la isla han sido mínimos".
"Por el momento, no hay condiciones para avanzar hacia la normalización de las relaciones", apuntó Shifter.