Más de tres meses después de la última vez que se pudo ver al preso político José Daniel Ferrer, su familia, activistas, organizaciones de la sociedad civil y exiliados en Estados Unidos y Europa, exigen fe de vida del líder de la Unión Patriótica de Cuba, a quien el régimen tiene en desaparición forzada.
La familia de Ferrer no descarta que esté muy mal de salud, en medio de su desaparición forzada de más de tres meses en la cárcel de Mar Verde, juSto a menos de un mes de cumplirse dos años de su arresto durante las protestas del 11 de julio de 2021 en Santiago de Cuba.
Este 17 de junio se cumplieron tres meses de que el Arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio García, fuera el último que lo viera en la cárcel.
Hasta ahora, la única señal de vida que la familia afirma tener en estos más de tres meses de desaparición forzada del líder de la UNPACU, es una pequeña nota que le dieron el 7 de junio, cuando el régimen le negó que lo visitaran en prisión, pese a que era el día en que su pequeño hijo Daniel José cumplía cuatro años.
En la nota hablaba de que continuaba aislado y semidesnudo en la misma celda de castigo preparada para torturarlo.
Activistas y organizaciones de la sociedad civil cubana exigen igualmente la liberación inmediata de Ferrer, quien sufre, denuncian, una desaparición forzada que viola todas las obligaciones internacionales que ha firmado el régimen en este tema.
El ensañamiento contra el líder de la UNPACU y el aumento de la represión contra activistas y presos políticos cubanos ha llevado a aumentar los pedidos internacionales para que la Unión Europea suspenda su Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con el régimen comunista de La Habana.