El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, recogió a dos militares cubanas en su carro este martes en un semáforo, en un gesto que levantó las sospechas y críticas de los usuarios de redes sociales, informó una de ellas en su perfil de Facebook.
Una de las militares, Betty Pairol, publicó en Facebook una foto en la que se puede ver a su colega y al funcionario del régimen. Las mujeres iban en los asientos traseros del auto que conducía Rodríguez Parrilla. De acuerdo a los distintivos de sus uniformes, Pairol es mayor y su compañera es capitán del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR).
En la publicación, la oficial dijo que estaban pidiendo botella y les paró un carro cuando se puso la luz verde. Desde el vehículo les hacían señas para que se subieran. "Para sorpresa de nosotras, era el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, el cual, de una manera muy educada, agradable y mostrando lo que caracteriza a la mayoría de los cubanos, la solidaridad, nos adelantó", detalló Pairol.
Por la posición desde la que está hecha, la foto publicada por la militar parece ser un selfie que el mismo Rodríguez Parrilla tomó.
Pairol calificó lo sucedido como un "gesto digno de reconocer y hacerlo público, porque estas cosas solo suceden en Cuba". La publicación concluía con la firma de "Marianita del Diezmero" y la frase "cositas de Cubita la bella".
No es la primera vez que un dirigente del régimen, incapaz de resolver los problemas con el transporte público que sufren los cubanos desde hace décadas, da botella a ciudadanos. Miguel Díaz-Canel lo hizo en septiembre de 2019 y desató críticas en las redes sociales. Lo mismo ha ocurrido ahora con Rodríguez Parrilla.
"Claro que solo sucede en Cuba. Porque es el único país donde un trabajador no se puede comprar ni una motorina y tiene que andar haciendo botella. Un país de miseria nada más y de mentes miserables", escribió Arlén Sánchez Pérez en los comentarios al post de Pairol.
"Eso fue tan 'espontáneo' que traían hasta el uniforme puesto. Yo quisiera que hubiese sido una persona cualquiera a ver si la recoge", comentó por su parte Franlo Hernández. "Si, claro, la falta de transporte mientras el canciller maneja con nuestro dinero", apuntó Jorge L. Martínez.
"Lo lindo del asunto es que el carro y su buena vida sale del sudor del pueblo del cual formas parte, pero sigue así, agradece la botella", dijo Rolando Aday a Pairol.
FUENTE: diariodecuba.com