La reaparición de leche en polvo en tiendas dolarizadas de La Habana pone de manifiesto las desigualdades e injusticias de un sistema que intenta satisfacer necesidades básicas vendiendo productos esenciales en una moneda que no se utiliza para pagar salarios, pensiones ni otras prestaciones sociales.
La reciente disponibilidad de leche en polvo en la controvertida tienda de 3ra y 70, ubicada en Miramar, ha generado una ola de reacciones en redes sociales y en la vida cotidiana de los cubanos.
Aunque los consumidores han reportado la existencia del producto, también han denunciado los altos precios y las condiciones cuestionables, como el dudoso reenvasado del producto.
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En los últimos años, el gobierno cubano ha intensificado las ventas en Moneda Libremente Convertible (MLC) como una medida para captar divisas frente a la profunda crisis económica que atraviesa la isla.
Sin embargo, la aprobación de la "dolarización parcial de la economía" ha provocado que productos esenciales, como la leche en polvo, solo estén disponibles en tiendas dolarizadas, quedando fuera del alcance de quienes dependen del peso cubano.
En 2022, el gobierno anunció que la producción nacional de leche en polvo se destinaría prioritariamente a las tiendas en MLC para financiar importaciones. Esta estrategia no solo agravó las desigualdades sociales, sino que también dejó a una gran parte de la población sin acceso a productos básicos.
La reaparición de leche en polvo en 3ra y 70 ha provocado una mezcla de sorpresa e indignación. Usuarios de redes sociales han denunciado que, mientras muchas familias recurren a alternativas como el sirope, las tiendas dolarizadas ofrecen leche reenvasada a precios prohibitivos.
Una consumidora compartió en Facebook su experiencia, señalando que una bolsa de leche anunciada a 7.75 dólares fue cobrada a 8.75 dólares, calificando la situación como un "robo en la cara".
Analistas como Emilio Morales han advertido que la dolarización beneficia principalmente al conglomerado militar GAESA, que controla las tiendas en MLC y más del 70% de la economía dolarizada. Morales sostiene que esta estructura centraliza los ingresos en divisas, exacerbando la crisis y aumentando el descontento popular.
En diciembre de 2024, el gobierno anunció que los niños recibirían leche en polvo como parte de la canasta básica. Sin embargo, las cantidades resultaron insuficientes, y en muchos casos, las familias tuvieron que conformarse con preparados alternativos. Al mismo tiempo, productos como refrescos y jugos reaparecieron en las tiendas dolarizadas, provocando críticas sobre la prioridad otorgada al mercado en divisas frente a las necesidades de quienes solo cuentan con pesos cubanos.
Mientras que en 2022 el exministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, defendía la dolarización como una medida para garantizar la sostenibilidad de productos básicos, muchos la consideran una estrategia que margina a quienes no tienen acceso a dólares. Hoy, las irregularidades y los altos precios en las tiendas dolarizadas han debilitado esta narrativa y aumentado el descontento social.
La reaparición de la leche en polvo en supermercados dolarizados es un reflejo de la compleja e injusta realidad que enfrentan los cubanos bajo un sistema que intenta mantener su "continuidad" a costa de las necesidades básicas de la mayoría. Como expresó un usuario en redes sociales: "Hasta el refresco ‘Piñata’ reapareció, pero en dólares. ¿Y qué pasa con quienes no tienen acceso a esta moneda?"