En Guantánamo, segunda productora más importante de café en Cuba, irónicamente hoy parece ser un lujo tomarse una taza de la aromática infusión, incluso, de ese que el régimen vende por la libreta de racionamiento mezclado con chícharo, en medio de otra de las tantas cosas que ahora escasean en la isla, como muestra un reporte del sitio Cubanet.
La Oficina Nacional de Estadística e Información en Cuba reveló que la producción de café cayó casi un 50 por ciento en los últimos cuatro años en la isla.
Pobladores en Guantánamo aseguran que sólo aparece en grano a 300 pesos y que hace tiempo no se vende por la libreta.
La actual cosecha en esa provincia prevé entregar unas 820 mil latas de café, pero la prensa oficialista advirtió que una mayoría de los municipios guantanameros hoy no estaba recogiendo los suficientes volúmenes del grano para evitar que se pierda en el campo.
Tras cuatro meses paralizadas las torrefactoras de Cuba, las autoridades anunciaron a mediados de octubre que retomaban la producción nacional de café y prometieron que garantizarían hasta fin de este año ese que venden mezclado con chícharo por la libreta de racionamiento.
El régimen, que también ha destruido la producción cafetalera en la isla, dice que tiene que suplir con importaciones las 700 toneladas mensuales del grano que afirma necesitar para garantizar ese café con chícharo por la canasta racionada.
Las recientes revelaciones al oficialista diario Escambray del directivo de la torrefactora de Sancti Spíritus de que ahí hacían pruebas del café que producían mezclado con chícharo para intentar evitar que no explotara en las cafeteras de los hogares espirituanos, fueron criticadas en redes sociales por cubanos, quienes afirmaron que eso mostraba la cuestionable calidad de ese café por la libreta.