La reciente reunión en La Habana de empresarios rusos, encabezada por el oligarca Boris Titov, fiel al dictador Vladimir Putin, con el designado gobernante Miguel Díaz-Canel, fue el escenario para anunciar supuestas reformas económicas en Cuba, pero al estilo Moscú, con la creación de un Centro de Transformación Económica ruso-cubano que tutelará estos supuestos cambios.
Desde el exilio, analistas consideran que el anuncio de reformas económicas en Cuba basadas en un ampliación de la propiedad privada, preparadas desde Rusia, sólo parecen acelerar lo que muchos ya preveían: que el régimen transforme a la isla en un estado mafioso de mercado, al estilo del modelo ruso.
Así lo alertaron directivos de la ONG Cuba siglo 21.
Para muchos, que Moscú y La Habana anuncien este supuesto paquete de reformas económica en la isla al estilo ruso y una mayor cooperación, justo tras la más importante reunión bilateral en los últimos tiempos entre Estados Unidos y Cuba, es una clara provocación a Washington, cabeza de las sanciones internacionales al Kremlin por la invasión a Ucrania.
Las supuestas reformas económicas anunciadas por Moscú para implementar en Cuba implicaría, según expertos, la copia del sistema ruso donde una oligarquía tiene el control y el poder sobre unas relaciones de mercado, aparentemente libres, pero cuyas cabezas sólo son los leales políticos a esa casta.