Así está obligando el régimen a conductores de vehículos estatales a que se detengan a recoger pasajeros en paradas y en puntos de aglomeración de cubanos esperando horas un transporte público.
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SUSCRIBITEAsí está obligando el régimen a conductores de vehículos estatales a que se detengan a recoger pasajeros en paradas y en puntos de aglomeración de cubanos esperando horas un transporte público.
En su nueva medida que recicla, una vez más, esa de los duros años 90 del Período Especial, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, ordenó el pasado 1 de febrero que los choferes de vehículos estatales apoyaran el transporte público y los amenazó con que, de no hacerlo, se consideraría como una “indisciplina grave”.
El transporte público es otro de los tantos fracasos acumulados por el régimen en más de seis décadas.
La nueva orden para que vehículos estatales paren a recoger pasajeros en las calles se da en la peor crisis de este sector de los últimos 10 años en Cuba.
Sólo en La Habana, el pasado año funcionaban un poco más de 440 guaguas de la transportación pública, de las 780 que había allí en el 2018.
El régimen también recicló recientemente otra de sus medidas de aquel Período Especial: el uso de bicicletas.
Ahora le asignó a privados el manejo de la renta de bicicletas públicas en la primera estación en La Habana, en la universidad tecnológica conocida como la CUJAE.
El gran problema es que muy pocos cubanos pueden pagar 100 pesos por una hora de uso de estas bicicletas y menos 500 por rentarlas todo el día.
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