Los últimos días de González en Caracas han desencadenado una nueva crisis diplomática entre Venezuela y España, país que le ha otorgado asilo político. El gobierno español ha enfrentado tensiones internas debido a la falta de transparencia en torno a cómo se negoció el salvoconducto que permitió a González escapar de las presiones judiciales y una orden de captura impuesta por el régimen chavista. En tan solo 48 horas, bajo la presión del núcleo duro de Nicolás Maduro, González, de 75 años, tomó la decisión de dejar su país.
Su candidatura surgió inesperadamente como segundo sustituto de María Corina Machado. A lo largo de su campaña, fue Machado quien recorrió mayormente el país en su lugar. Tras las elecciones del 28 de julio, en las que ocho millones de venezolanos votaron por él, según los resultados publicados por la oposición, González entró en la clandestinidad. En ese momento, el Consejo Nacional Electoral ya había proclamado a Maduro como presidente reelecto, en medio de acusaciones de fraude. Una vez finalizados los comicios y comenzadas las protestas, el régimen chavista lanzó una operación para aislar a González de Machado. Su última aparición pública fue dos días después de las elecciones, en un acto frente a la sede de las Naciones Unidas en Caracas. Desde entonces, solo se comunicó a través de redes sociales con breves mensajes.
La reciente confirmación de su exilio en España reveló que poco después de su desaparición pública, González se refugió en la Embajada de Países Bajos, donde permaneció durante 32 días. Entró en la embajada tras recibir un aviso de su equipo de seguridad sobre los planes del chavismo de arrestarlo. A finales de agosto, aislado y amenazado, González tomó la decisión de exiliarse en España. Informó de su salida a sus allegados, y solo notificó a María Corina Machado una vez que ya se encontraba en la residencia del embajador español en Caracas, Ramón Santos.
Las negociaciones en torno a su salida estuvieron marcadas por 48 horas de intensa presión, algo que González denunció en su primer mensaje al llegar a Madrid. En un audio difundido el 8 de septiembre, declaró: "Mi salida estuvo rodeada de episodios de presiones, coacción y amenazas". No fue hasta 10 días después que se conoció la explicación de estas palabras, cuando Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y uno de los principales operadores políticos de Maduro, reveló una carta firmada por González en la que reconocía la victoria de Maduro y prometía bajar su perfil público. El chavismo considera esta carta como una rendición, mientras que González la califica de inválida, alegando que fue escrita bajo coacción.
FUENTE: con informacion de www.elpais.com