Un juez federal de Texas ha declarado ilegal la estrategia del expresidente Donald Trump de utilizar la antigua Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar a migrantes venezolanos. La decisión, emitida por el juez Fernando Rodríguez Jr., quien fue nombrado por el propio Trump, concluyó que el gobierno no tenía base legal para aplicar esta ley en un contexto de inmigración moderna, ya que fue diseñada para tiempos de guerra declarada y no se comprobó que existiera una invasión militar organizada desde Venezuela.
La administración había intentado justificar las deportaciones argumentando que la pandilla venezolana Tren de Aragua representaba una amenaza de invasión. Sin embargo, el juez dictaminó que no hay evidencia que sustente ese tipo de conflicto armado estatal. La medida del gobierno también permitía enviar a los deportados a cárceles en El Salvador sin juicio previo, algo que fue desafiado legalmente por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), que ganó el caso.
Esta es la primera vez que un tribunal impone un fallo permanente que limita el uso de esta ley en temas migratorios. El caso ahora podría escalar al Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito y eventualmente llegar a la Corte Suprema de EE.UU., que en el pasado ha estipulado que las personas bajo esta ley deben tener tiempo razonable para impugnar su deportación.