El enviado especial de la administración Trump, Richard Grenell, viajó recientemente a Caracas y logró la liberación de seis estadounidenses que estaban detenidos en Venezuela. Durante la operación de rescate, dos de los detenidos inicialmente se negaron a salir, temiendo que se tratara de otro engaño. Grenell explicó que solo cuatro de los liberados llevaban uniformes de prisioneros porque los otros dos no siguieron las órdenes de las autoridades venezolanas, ya que desconfiaban de la situación.
Esta liberación se produjo tras una reunión entre Grenell y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la que también se discutió la deportación de venezolanos con antecedentes criminales desde Estados Unidos. El presidente Donald Trump celebró la liberación en sus redes sociales y anunció que Venezuela aceptará recibir a sus ciudadanos deportados.
Este encuentro marca un hito en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, siendo el primer diálogo de alto nivel entre ambos países desde la toma de posesión de Trump. Las conversaciones se centraron en temas como sanciones y deportaciones, y reflejan un cambio en la dinámica diplomática entre ambas naciones.