A modo de ejemplo, indicó que todavía no tienen claro cuál es el enlace y cómo será la comunicación con LUMA Energy, a cargo de la transmisión y distribución de la red eléctrica, un problema que confrontaron inmediatamente después del huracán Fiona, cuando ya el sistema estaba bajo la administración del consorcio.
“No tenemos claro qué va a pasar con la interacción de LUMA. No ha habido una comunicación formal de LUMA con nosotros, y le hemos dicho a (al Negociado de) Manejo de Emergencias, a nivel estatal ‘provoca un plan, una reunión, una interacción, un acuerdo real’, pero no ha pasado nada”, sostuvo el alcalde.
Ayer, al cierre de esta edición, no hubo respuesta del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD).
LUMA asegura estar preparada
A pesar de los señalamientos del ejecutivo orocoveño, el ingeniero Juan Rodríguez, vicepresidente de Proyectos Capitales en LUMA, dijo que cuentan con 30 representantes de cuentas claves, y 13 de ellos están a cargo de los municipios. “Estamos completamente preparados, al punto que tenemos sobre $167 millones en inventario de materiales para la nueva temporada de huracanes”, comentó el ejecutivo.
Sobre las labores de desganche, adujo que han limpiado más de 1,400 millas en todo Puerto Rico por los pasados dos años. No detalló cuánto personal y presupuesto ha destinado la empresa para esos trabajos, pero reconoció que, en parte, se hacen con fondos de FEMA.
“LUMA no está invirtiendo un solo centavo que no sea lo que factura. Los cambios de luminaria y postes podridos comenzó ya de manera parcial. A Coamo, le toca en abril del 2024, según me informó LUMA. De aquí a allá, ellos van a tratar de cambiar lo que puedan”, indicó el alcalde coameño, Juan Carlos García Padilla.
Al preguntársele qué garantías daba de que no pasará por la misma experiencia de Fiona, cuando el 99% del servicio eléctrico fue restablecido en 22 días, el portavoz de LUMA respondió: “Estamos listos para enfrentar la temporada de huracanes. No puedo predecir el futuro, pero estamos convencidos de que el sistema está más robusto. El sistema está más fuerte. Las mejoras que hemos hecho se traducen en eso”.
Pero los alcaldes están escépticos ante esas aseveraciones.
“El sistema está tan frágil que cualquier viento que mueva una rama y toque un cable, nos quedamos sin luz. Está pasando no solo con tormentas. Cada vez que hay vientos, nos quedamos sin luz, y sé de muchos pueblos que se quedan sin luz”, advirtió la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario.
“Nosotros hemos lidiado con el desganche todo el año. Nos hemos olvidado que LUMA existe porque ellos van con un machetito boto a cortar vegetación. Nosotros vamos más profundo, especialmente con las bambúas. Están podando, pero no dan abasto, y nosotros -con nuestro equipo- eliminamos esa vegetación constante”, sostuvo, por su parte, el alcalde de San Lorenzo, Jaime Alverio.
Su homólogo en San Sebastián, Javier Jiménez, dijo, en cambio, que LUMA allí ha realizado el trabajo de rigor, pero advirtió que él no baja la guardia. “Los municipios tienen que estar preparados. Los municipios no podemos estar pendientes que si Acueductos, LUMA, tiene o no tiene.”, sentenció el alcalde pepiniano.
Y es que la otra preocupación de los alcaldes concierne a la falta de generadores en las estaciones de bombeo lo que, en caso de que no haya luz, impide proveer el servicio de agua potable a los abonados o provoca que las aguas usadas se desborden.
“Nosotros tenemos la (estación) de la gallera que no tiene generador, Parcelas Vieques y la PR-187 llegando a la urbanización El Cabo. Estas son las mismas que no tuvieron generadores para María. Todavía. No se hizo un trabajo para mitigar”, resaltó Nazario.
“Estas son las bombas sanitarias, que esto lo que trae como consecuencia es que se inundan con aguas usadas las comunidades cuando se va la luz”, agregó la alcaldesa de Loíza.
El alcalde de Comerío, José “Josian” Santiago, destacó que, en ese pueblo, “todas las comunidades dependen de las estaciones de bombeo porque están en un área alta”. “Eso nos llevó a que, después de María, estuviéramos seis meses sin luz”.
El alcalde de Barranquitas, Elliot Colón, estima que, de las instalaciones de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) que hay en ese municipio, “más del 50% no tiene generador”.
“Y lo más que me preocupa es un ejercicio que pasó en Fiona. La planta más importante, que es la planta de Las Bocas, LUMA lo tiene que tener como prioridad porque en Fiona fue de los últimos que encendió y esa planta alimenta el 80% de Barranquitas”, dijo.
El alcalde de Manatí, José Sánchez, dijo en entrevistas separadas que lo idóneo es que esos generadores estuviesen instalados ya en donde son necesarios para evitar el “quita y pon” y la espera mientras hay ciudadanos sin agua.
“Porque estamos teniendo problemas que no necesariamente es con un huracán, sino algo que ha pasado recientemente. Se nos quemó una subestación en Manatí y tuvimos de dos a tres días sin luz. Además de estar sin luz, las bombas se apagaron y no teníamos generadores. Ahora, están reparando esa subestación cada cierto tiempo, pero cada vez que LUMA dice ‘mañana vamos a estar’, se va la luz”, explicó Sánchez.
Arnaldo Jiménez Acevedo, vicepresidente de Planificación y Estrategia de la AAA, dijo a El Nuevo Día que la corporación pública está lista para la nueva temporada de huracanes.
Sin embargo, precisó que cuentan con 1,259 generadores propios, lo que representa prácticamente la misma cantidad que tenía la AAA el año pasado.
“Pero ya realizamos un proceso de adquisición de generadores móviles que podemos moverlos de facilidad en facilidad. Estamos hablando de 59 generadores adicionales”, explicó.
“Y estamos corriendo ahora mismo un proceso de reserva, que corremos todos los años de cara a los preparativos de la temporada de huracanes, que la posición en la que estaría la Autoridad es con 1,618 de cara a la temporada de huracanes. Quiere decir que nuestro punto de partida para este año es básicamente el mismo que tuvimos para el huracán Fiona. Estamos listos para recibir cualquier sistema atmosférico con esa similitud”, agregó.
El funcionario precisó que la AAA tiene alrededor de 4,000 instalaciones por toda la isla y de esa cifra, 2,200 requieren energía para ser operadas.
Ahora bien, aclaró que la corporación pública no puede colocarle una planta a cada una de esas instalaciones porque algunas “están al borde de las carreteras”.
Catalogó como “facilidades críticas” las represas, pero no se precisó cuántas tienen su propio generador.
Por escrito, la AAA informó que “entre plantas de filtros, plantas de alcantarillado y represas tienen 221 instalaciones con generadores y 29 sin generador. Importante destacar que estas 29 instalaciones están incluídas dentro del alquiler de generadores para la temporada de huracanes”.
Jiménez Acevedo destacó que están en proceso varias subastas para adquirir 165 generadores que “deben llegar en algún momento el año que viene”.
Además, sostuvo que FEMA aportaría 420 generadores adicionales.
Cuestionado por qué a seis años del paso del huracán María esas adquisiciones no están finiquitadas, el funcionario respondio “es parte de los procesos que se lleva con FEMA”.
Pero la posibilidad de que no haya agua potable en sus pueblos no es la única preocupación de los ejecutivos municipales.
“La preocupación grande, grande, grande es que nosotros gastamos todos nuestros recursos para enfrentar a Fiona, aproximamente $2.1 millones. Era una reserva y la gastamos y tuvimos que sacar de otros fondos porque en San Lorenzo cayeron 40 pulgadas de lluvia, hubo derrumbes mayores en carreteras municipales y estatales”, comentó Alverio.
Agregó que municipios como el de él, que tienen un déficit y gastaron lo poco que tenían en la emergencia que representó Fiona, no tendrán cómo bandearse ahora.
FEMA indicó por escrito que “a casi nueve meses del paso del huracán Fiona, ha aprobado alrededor de $811 millones en fondos federales para la recuperación de Puerto Rico”.
Trujillo Alto es uno de 21 municipios a los que FEMA aún no les reembolsa los gastos por trabajos de emergencia bajo el Programa de Asistencia Pública en la categoría A y B que incluye el recogido de escombros, según información de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3).
Mientras que en obra permanente solo se la ha desembolsado a los municipios $2,944,852 de $14,015,762 del costo total para todos los proyectos.
“De todos los asuntos, este es el más grave porque no está en las manos de ninguno de nosotros. Los demás (problemas) los podemos trabajar”, comentó Alverio.
Mientras los alcaldes de Comerío y Barranquitas también denunciaron los principales refugios que tienen confrontaron problemas al momento de la emergencia que provocó Fiona y necesitan mejoras. Al momento, dijeron, los escollos con ambos refugios persisten.
FUENTE: elnuevodia.com