Lo que presenciamos ayer en La Alpujarra, durante su visita a Medellín, fue un burdo ataque a la institucionalidad que tanto nos ha costado construir y preservar en nuestra región.
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SUSCRIBITEComo Antioqueña, observo con profunda preocupación y un creciente rechazo la actitud del presidente Gustavo Petro.
Lo que presenciamos ayer en La Alpujarra, durante su visita a Medellín, fue un burdo ataque a la institucionalidad que tanto nos ha costado construir y preservar en nuestra región.
Es inaceptable que los hechos ocurridos se presenten como un simple desacuerdo político. Para quienes hemos vivido de cerca la violencia, la supuesta "Paz Total" que el gobierno propone parece más bien un
"Acuerdo entre Bandidos".
La idea de compartir con los criminales en plaza pública es una bofetada a las víctimas, a los que han sufrido y a los que han entregado su vida por defender la legalidad.
Cuando se señala a los grupos que acompañaron al presidente de promover el desorden y atacar a los mandatarios locales, no puedo evitar sentir que se está incitando más odio y polarización. Antioquia ha sido un bastión de resistencia y resiliencia. Hemos trabajado arduamente por la reconciliación y por dejar atrás los capítulos más oscuros de nuestra historia. Este tipo de actitudes presidenciales y de quienes lo rodean, en lugar de construir puentes, profundizan las grietas y avivan las llamas de la confrontación.
Mi rechazo al gobierno y al presidente Gustavo Petro no es un capricho político, sino una convicción arraigada en el dolor y la esperanza de una antioqueña. Es un llamado a la coherencia, a la sensatez y al respeto por nuestra región. Es un grito de solidaridad con figuras como el alcalde Federico Gutiérrez y el gobernador Andrés Julián Rendón, quienes, a pesar de los desafíos, representan la defensa de nuestros principios y valores.
Lo ocurrido es un vulgar desafío a Colombia, y especialmente a Antioquia, que exige una respuesta firme y unánime en defensa de nuestra dignidad y de la institucionalidad que con tanto esfuerzo hemos forjado.
Lina Otalvaro
Colombiana
Abogada y Economista
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