La reducción de las tasas, la primera en más de cuatro años, refleja que el banco central estadounidense ahora desea centrarse en apuntalar al mercado laboral, que ha mostrado señales de debilitamiento. La medida, que se produce pocas semanas antes de las elecciones presidenciales, tiene además el potencial de alterar el panorama económico justo cuando los estadounidenses se preparan para emitir su voto.
La decisión del banco central redujo su tasa de interés clave a cerca de 4,8%, respecto al máximo de dos décadas de 5,3%, donde había estado durante 14 meses mientras luchaba por disminuir la peor racha inflacionaria en cuatro décadas. La inflación ha disminuido desde un máximo de 9,1% en mediados de 2022 a un mínimo de tres años de 2,5% en agosto, no muy por encima del objetivo de 2% de la Fed.
Los encargados de formular las políticas de la Fed también dijeron que prevén recortar su tasa de interés clave por un medio punto porcentual adicional en sus últimas dos reuniones del año, programadas para noviembre y diciembre. Y prevén otros cuatro recortes en 2025 y dos más en 2026.
En un comunicado, la Fed se acercó más de lo que ha hecho en ocasiones anteriores a declarar una victoria sobre la inflación: Señaló que “ha ganado más confianza de que la inflación se está moviendo sosteniblemente hacia el 2%”.
“Sabemos que es hora de recalibrar nuestra política hacia una que sea más apropiada dado el progreso en la lucha contra la inflación", dijo el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell en conferencia de prensa.
A pesar de que el banco central cree ahora que la inflación está mayormente derrotada, muchos estadounidenses siguen molestos por los altos precios de los víveres, del gas y de las rentas, entre otras cosas. El expresidente Donald Trump culpa al gobierno del presidente Joe Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris de provocar un aumento inflacionario. Harris, por su parte, ha dicho que la promesa de Trump de imponer aranceles sobre todas las importaciones podría elevar todavía más los precios a los consumidores.
Los recortes de las tasas de interés de la Fed deberían, con el paso del tiempo, disminuir los costos de préstamos para hipotecas, para automóviles y tarjetas de crédito, lo que impulsará las finanzas de los estadounidenses y apoyará un mayor gasto y crecimiento. Los propietarios de viviendas podrán refinanciar sus hipotecas a tasas más bajas, ahorrando en sus pagos mensuales e incluso podrán trasladar la deuda de las tarjetas de crédito a préstamos personales o líneas de crédito hipotecario de menor costo. Las empresas también podrán pedir préstamos e invertir más.
El promedio de las tasas hipotecarias ya ha disminuido a un mínimo de 18 meses de 6,2%, de acuerdo con Freddie Mac, lo que ha provocado un alza en la demanda de refinanciamientos.
FUENTE: Associated Press