Durante las protestas de este jueves, cerca de la sede del Parlamento Europeo, en la capital belga de Bruselas, se observaron agentes de Policía "solidarizarse" con agricultores que se manifestaban, ofreciéndoles bombones de chocolate. Más temprano, los agricultores habían bloqueado con sus tractores el edificio, donde se celebraba una cumbre de la UE, y empezaron a quemar neumáticos, arrojar huevos y estiércol e incluso desmantelaron y prendieron fuego a una estatua emblemática de la ciudad.
Más temprano, los agricultores habían bloqueado con sus tractores el edificio donde se celebraba una cumbre de la UE. Además, empezaron a quemar neumáticos, arrojar huevos y estiércol e incluso desmantelaron y prendieron fuego a una estatua emblemática de la ciudad.Durante las protestas de este jueves 1 de febrero, cerca de la sede del Parlamento Europeo, en la capital belga de Bruselas, agentes de Policía se "solidarizaron" con agricultores que se manifestaban.
Así, les ofrecieron bombones de chocolate de una cajita que les alcanzaron sobre la barrera colocada en el lugar. Los agricultores que expresaban su descontento no dudaron en aceptar la comida y rápidamente se acabaron los chocolates.
El inusual gesto de los policías belgas ofreciendo chocolates en medio de las tensiones refleja la complejidad de las protestas y la diversidad de las respuestas a las preocupaciones planteadas por los agricultores.
La mayoría de los manifestantes son jóvenes agricultores con familias, que se sienten cada vez más presionados por un amplio abanico de desafíos, entre ellos, los crecientes precios de la energía, la competencia extranjera más barata que no tiene que cumplir con las estrictas normas de la UE, la inflación y las consecuencias del cambio climático, como la sequía, los incendios o las inundaciones.