El Papa León XIV, en su primera audiencia pública como líder de la Iglesia Católica, se reunió con periodistas en el Vaticano y pidió la liberación de todos los comunicadores encarcelados por buscar y difundir la verdad. Destacó que el sufrimiento de estos periodistas interpela la conciencia de las naciones y la comunidad internacional, instando a salvaguardar el bien precioso de la libertad de expresión y de prensa.
Durante su discurso, el pontífice enfatizó la importancia de una comunicación desarmada y desarmante, que permita compartir una visión diferente del mundo y actuar de forma coherente con la dignidad humana. Llamó a los periodistas a rechazar la mediocridad y optar con valentía por una comunicación de paz, libre de prejuicios, resentimientos y odio.
León XIV también recordó a los periodistas que la comunicación no es solo transmisión de información, sino creación de una cultura y de entornos humanos y digitales que albergan tanto el diálogo como la confrontación. Subrayó que desarmar las palabras puede contribuir a desarmar el mundo, defendiendo una expresión libre, desarmada y humanizadora.
El Papa concluyó su intervención reiterando la solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados y pidiendo su liberación, destacando el papel esencial del periodismo en la historia y la sociedad.