“En México va a seguir habiendo Estado de derecho… No tienen de qué preocuparse los inversionistas”, afirmó Sheinbaum al desestimar las tensiones que han surgido en los mercados financieros que derivaron la semana pasada en una depreciación del 8% del peso mexicano y una caída del 4% en las bolsas de valores.
La controversial iniciativa legislativa, que forma parte de un paquete de leyes que presentó el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador en febrero pasado al Congreso, plantea que los ministros de la Suprema Corte, magistrados y jueces sean elegidos por el voto popular.
Los analistas han atribuido el nerviosismo de los mercados a la preocupación de que el partido oficialista Morena, que habría ganado la mayoría de los escaños en el Congreso, lleve adelante la reforma del poder judicial y otras iniciativas que puedan afectar la independencia de poderes y a los organismos autónomos.
Sheinbaum dijo el lunes, tras una reunión con López Obrador en el palacio de gobierno, que la reforma judicial será de las primeras en discutirse en Congreso, pero aseguró que antes se abrirá un proceso de diálogo y consulta pública. Sus comentarios, lejos de calmar los mercados, generaron más volatilidad.
La moneda mexicana reportó el martes una depreciación de 1,74% que llevó la cotización a 18,56 pesos por dólar. En la jornada previa la moneda cerró en 18,22 pesos por dólar.
“Lo importante es que sepa quién va a invertir en México que hay certidumbre… Porque hay estabilidad económica, hay estabilidad social, hay estabilidad política”, agregó Sheinbaum.
La directora de análisis económico del grupo financiero local Banco Base, Gabriela Siller, dijo a The Associated Press que, de persistir las presiones sobre la moneda mexicana, eso impactará en el comportamiento de los precios y ocasionará una pérdida del poder adquisitivo de los consumidores. La inflación alcanzó en mayo una tasa anual de 4,69%, acumulando tres meses consecutivos de aumentos.
Durante una conferencia de prensa, ratificó que el oficialismo avanzará en la reforma para “fortalecer la justicia, la seguridad” y atender las quejas de los mexicanos sobre la corrupción en el poder judicial. En ese sentido, adelantó que propondrá la realización de una encuesta para consultar a los mexicanos sobre el tema.
Por su parte, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, salió la semana pasada a hablar con los inversionistas para tratar de calmarlos. En su intervención, aseguró que entre las prioridades económicas del nuevo gobierno estará la reducción del endeudamiento, la disciplina fiscal y la garantía de autonomía del Banco de México.
Ramírez de la O aceptó mantenerse en el cargo durante el futuro gobierno de Sheinbaum.
La futura presidenta se reunió el martes con Liz Sherwood-Randall, asesora del presidente Joe Biden en materia de seguridad nacional, y embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, con quienes conversó sobre migración, seguridad y comercio.
Sheinbaum indicó que el diálogo con la comitiva de Biden fue “muy cordial”, pero que no se llegó a nada en concreto.
Al hablar sobre el futuro de las relaciones entre México y Estados Unidos, luego de que asuma el gobierno el 1 de octubre, Sheinbaum afirmó que su interés es “seguir colaborando a partir del Entendimiento Bicentenario”, que es un marco de seguridad que acordaron ambos países desde 2021.
Sobre el tema migratorio, la exalcaldesa capitalina dijo que mantendrá la política de López Obrador de atender las causas que llevan a las personas a migrar, así como la cooperación con Centroamérica.
En la reunión con la comitiva del gobierno estadounidense estuvo presente el exembajador Juan Ramón de la Fuente, encargado de coordinar el equipo de transición del próximo gobierno, y Omar García Harfuch, senador electo por el partido oficialista que fue secretario de seguridad cuando Sheinbaum era alcaldesa de la Ciudad de México entre 2018-2023.
FUENTE: Associated Press