El acuerdo alcanzado entre los 27 embajadores de la Unión Europea fue anunciado por Bélgica, que tiene la mayor parte de los activos congelados en el bloque. Se produce tras semanas de difíciles negociaciones entre los estados miembros, que se complicaron aún más por los estrictos límites financieros impuestos al uso de esos fondos.
El acuerdo deberá liberar 3.000 millones de euros (3.200 millones de dólares) al año para Kiev, 90% de los cuales podrán usarse en la compra de municiones y demás equipo militar.
Las autoridades dijeron que en julio podría llegar a Kiev un primer pago de los fondos.
La UE retiene cerca de 210.000 millones de euros (225.000 millones de dólares) en activos congelados del banco central ruso, la mayoría de ellos en Bélgica, en represalia por la guerra de Moscú contra Ucrania. Desde hace tiempo, Kiev ha insistido en que dichos fondos se utilicen para proporcionarle suministros militares vitales en su lucha por combatir los renovados ataques rusos.
Un pequeño grupo de estados miembros, especialmente Hungría, se rehusó a suministrar armas a Ucrania, por lo que se tuvieron que incluir medidas preventivas especiales en el acuerdo para permitir que alrededor de 10% de los fondos se consideren como ayuda general.
Los estados miembros de la UE aún tienen que validar oficialmente el acuerdo de los embajadores.