Niño de 3 años paso días junto a los cuerpos de sus padres muertos en apartamento de Hialeah en caso de homicidio-suicidio

“Y un niño de tres años que afortunadamente no estaba herido. Ahora estamos en el proceso de investigar esto, hablando con los familiares y los vecinos para ver qué paso en esta relación que llevó a esto”, dijo Eddie Rodríguez, portavoz de la policía de Hialeah.

Las autoridades identificaron a los fallecidos como Clifford Renard Murray III, de 28 años, y Rosemary Gutiérrez, de 27, quienes mantenían una relación sentimental y vivían junto a su hijo de tres años.

La cámara Ring de unos vecinos captó el viernes en diferentes horarios tanto al hombre como a la madre, quien parecía llevar en sus manos una cajita feliz de McDonalds.

Ese habría sido el último día que se le vio con vida a la pareja, ya que, según los vecinos esa noche escucharon varios disparos. Sin embargo, no identificaron de donde provenían.

“Estamos tratando de ver cuándo sucedió esto, verificando llamadas de teléfono, quien ha hablado con ellos, quienes fueron los últimos que los vieron, no se sabe realmente cuándo sucedió”, agregó Eddie Rodríguez.

Los cuerpos fueron retirados del lugar bajo la mirada de varios testigos, quienes indicaron que el pequeño fue encontrado en el apartamento con signos de deshidratación.

“Pobrecito, la policía lo sacó cargadito y se lo dieron a un vecino para que lo hidrataran un poquito y ya después se lo llevaron”, dijo Deivys Torres, vecina.

Este homicidio-suicidio mantiene consternados a los residentes del edificio ubicado en la avenida 6 y la calle 68 del oeste de Hialeah, ya que, según ellos, nunca observaron nada que encendiera las alarmas.

“Ellos eran personas aparentemente tranquilas, esto nos tiene a todos muy tristes y mal, ellos siempre andaban con su bebé y estamos muy impresionados todos los vecinos”, dijo Bárbara De La Osa, vecina.

“Ellos eran muy buenos vecinos, ni se veían por todo esto. Eso me ha dejado muy consternada porque es un niño, muy triste”, añadió Deivys Torres.

El hecho pone de manifiesto la preocupación de los residentes por la salud mental, y las autoridades hacen un llamado a utilizar todos los recursos disponibles que ofrece el condado para evitar que una tragedia como esta enlute a otra familia.

“Muy triste y lamentable que sucedan esas cosas y más donde hay niños, no tanto como miedo, sino tristeza”, dijo Blanca Rodríguez, vecina.

Las autoridades informaron que el pequeño se encuentra bajo el cuidado del Departamento de Niños y Familias de Florida.