“Assata Shakur es aún considerada una fugitiva y sigue en la lista de los más buscados”. Ese fue el escueto comentario del FBI al periodista Ricardo Quintana de Radio y Televisión Martí, luego de que, a principios de esta semana, al reportero norteamericano Tracey Eaton filtrara el rumor.
Eaton, reportero con estrechos vínculos con el régimen cubano, señaló que Assata Shakur habría muerto en La Habana a principios de este año, aunque se resistió a confirmar la noticia.
Nacida en 1947, Chessimard asesinó en 1973 al oficial de la Patrulla de Carreteras de Nueva Jersey Werner Foerster, cuando militaba en el grupo terrorista Black Panthers, por lo que fue condenada a cadena perpetua.
En 1979 escapó del centro correccional Clinton y desde entonces, fue incluida en la lista de las personas más buscadas por el FBI, con una recompensa de dos millones de dólares por su captura.
En 1984 reapareció en Cuba, donde Fidel Castro le dio refugio.
Su nombre figuró una y otra vez en cualquier intento de negociación para normalizar relaciones entre Washington y La Habana, pero el régimen siempre se negó a entregarla.
Por años, fue común la práctica del régimen de cobijar a prófugos norteamericanos, como al ex agente de la CIA Phillip Agee, quien espiaba para la Unión Soviética durante la Guerra Fría, o el financista Robert Vesco.
Ambos murieron en La Habana, Vesco en 2007 y Agee en 2008.
El periodista Tracey Eaton es una figura cercana al régimen de La Habana, que viaja regularmente a la isla y aboga por el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.
Es el creador del proyecto Cuba Money, que rastrea el dinero que el gobierno federal gasta en ayuda a la oposición en la isla.
FUENTE: Redacción de www.americateve.com