Oprah Winfrey le cobró más de 2 millones de dólares a Kamala para darle su apoyo públicamente en Pensilvania

Como parte de su estrategia, Harris recurrió a personalidades de renombre, incluyendo apariciones de artistas como Jon Bon Jovi, Christina Aguilera y Katy Perry. Según su equipo, ninguno de estos famosos cobró por su participación, aunque sí se pagaron servicios al personal técnico y de apoyo.

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Problemas financieros pese a una gran recaudación

La revelación del gasto excesivo en eventos como el de Winfrey añade presión a la campaña de Harris, que enfrenta serios problemas financieros a pesar de sus elevados niveles de recaudación.

Según The New York Times, la campaña gastó aproximadamente 100 millones de dólares por semana, destinando la mayoría a publicidad. No obstante, se han reportado gastos cuestionables como 9,000 dólares en helados, 15,000 en entrega de comidas y 2,6 millones en jets privados.

La situación ha llegado al punto de que el equipo de Harris congeló recientemente los pagos a su personal directivo. Dos semanas después de las elecciones, su campaña sigue pidiendo donaciones a través de correos electrónicos diarios, argumentando la importancia de asegurar victorias en elecciones aún no decididas y contrarrestar los nombramientos de Donald Trump en su futuro gabinete.

Críticas desde la oposición

El presidente electo no dejó pasar la oportunidad para criticar la gestión financiera de Harris, señalando que su propio éxito se debió a la conversación mediática y en redes sociales generada de forma orgánica y sin gastos exorbitantes. En tono sarcástico, comentó: “Cualquier cosa que podamos hacer para ayudarles en este difícil período...”.

El episodio pone de manifiesto los desafíos de la campaña de Harris, marcados por gastos elevados y una gestión económica cuestionada, incluso en el marco de eventos de alto perfil como el realizado con Oprah Winfrey.