Además, su gobierno ha ofrecido albergar en cárceles salvadoreñas a delincuentes peligrosos con ciudadanía estadounidense que actualmente cumplen condenas en ese país.
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SUSCRIBITEEl presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha aceptado recibir a migrantes deportados por Estados Unidos sin importar su nacionalidad, incluidos aquellos con antecedentes criminales
Además, su gobierno ha ofrecido albergar en cárceles salvadoreñas a delincuentes peligrosos con ciudadanía estadounidense que actualmente cumplen condenas en ese país.
Así lo confirmó el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, tras una reunión de casi tres horas con Nayib Bukele en la finca del mandatario salvadoreño, ubicada en el lago de Coatepeque. Rubio explicó que el acuerdo permitirá la deportación a El Salvador de migrantes indocumentados que hayan cometido delitos en territorio estadounidense, sin importar su país de origen.
"Ya sean del MS-13 o del Tren de Aragua, serán deportados y alojados en cárceles salvadoreñas", afirmó Rubio.
El funcionario también destacó que Bukele se ofreció a recibir a ciudadanos y residentes legales estadounidenses condenados por delitos graves.
“Ningún país ha hecho jamás una oferta de amistad como esta”, aseguró Rubio en una conferencia de prensa en San Salvador. También informó que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha sido informado sobre la propuesta y la considera una muestra de la estrecha relación entre ambas naciones.
Durante su encuentro con Rubio, Bukele anticipó que ambos cerrarían un acuerdo migratorio sin precedentes entre El Salvador y Estados Unidos.
"Se está finalizando un acuerdo mucho más importante y con un alcance mayor que los firmados en 2019", declaró el mandatario. "Es un pacto sin precedentes, no solo en la relación entre EE.UU. y El Salvador, sino en toda América Latina", agregó.
Uno de los objetivos de la visita de Rubio a El Salvador era negociar un Acuerdo de Tercer País Seguro, similar al implementado en el primer mandato de Trump y luego revocado por la administración de Joe Biden.
Bukele ha impulsado una estricta política de seguridad que ha reducido significativamente los homicidios en El Salvador. Sin embargo, su estrategia ha sido criticada por organismos de derechos humanos debido a las detenciones masivas sin orden judicial.
Desde la instauración del régimen de excepción en 2022, se ha arrestado a unas 83.000 personas, muchas de ellas sin pruebas claras de su vinculación con pandillas. Uno de los pilares de esta política es el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una prisión de máxima seguridad inaugurada en 2023 con capacidad para 40.000 reclusos. Actualmente, alberga a unos 15.000 miembros de las pandillas MS-13 y Barrio 18.
Una estrecha relación con Trump
Bukele es uno de los aliados más cercanos de Trump en América Latina. Tras el regreso del republicano a la Casa Blanca, fue el primer presidente de la región en recibir una llamada suya.
“El Salvador tiene en EE.UU. a su socio más importante. Estar en la casilla de aliados de EE.UU. es mejor para nuestro país”, afirmó Bukele. También reiteró su afinidad con Trump: “No ocultamos nuestra simpatía”.
El presidente salvadoreño ha fortalecido su relación con figuras clave del círculo de Trump, como su hijo Donald Trump Jr. y el periodista Tucker Carlson, quienes asistieron a su segunda toma de posesión.
Además, Bukele ha respaldado públicamente los esfuerzos de Trump para reducir la asistencia exterior de EE.UU., argumentando en X que gran parte de esos fondos terminan financiando grupos de oposición y ONG.
Según datos oficiales, en 2023 El Salvador recibió 138 millones de dólares en ayuda estadounidense, destinados principalmente a educación básica y apoyo a la sociedad civil.
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