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SUSCRIBITELa tensión crece entre California y la Casa Blanca aumenta rápidamente en paralelo al quinto día de intensas y polémicas protestas en Los Ángeles
San Francisco, EE.UU. — La creciente disputa entre el gobernador de California, Gavin Newsom, y el presidente Donald Trump por el uso de tropas federales en Los Ángeles dio un giro este martes, luego de que un juez federal rechazara la solicitud del estado para detener de inmediato el despliegue militar en la ciudad.
El magistrado Charles R. Breyer, del Distrito Norte de California, denegó el pedido de emergencia presentado por la administración estatal, aunque fijó una audiencia crucial para este jueves a las 13:30 horas, en la que se evaluarán los argumentos legales que sustentan la medida adoptada por la Casa Blanca.
El conflicto se produce en medio del quinto día consecutivo de intensas protestas en Los Ángeles contra las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), manifestaciones que han derivado en enfrentamientos con las fuerzas del orden y daños a edificios federales.
En respuesta, el presidente Trump ordenó al secretario de Defensa, Pete Hegseth, el despliegue de 700 marines y miembros de la Guardia Nacional para garantizar la seguridad de instalaciones y personal federal en la ciudad. La decisión fue duramente criticada por el gobernador Newsom, quien la calificó como una “violación flagrante” de la soberanía estatal.
“Trump está utilizando al ejército estadounidense contra ciudadanos estadounidenses”, escribió Newsom en su cuenta de X (antes Twitter), tras presentar junto al fiscal general del estado, Rob Bonta, una moción para frenar la acción federal.
La demanda argumenta que la movilización de tropas viola los principios constitucionales, al haber sido ejecutada sin el consentimiento del gobernador, como exige el Título 10 del Código de Estados Unidos, que regula el uso de las fuerzas armadas en territorio nacional.
Por su parte, el Departamento de Justicia calificó la demanda como “infundada en derecho” y sostuvo que impedir el despliegue podría poner en riesgo la seguridad del personal federal y obstaculizar operaciones sensibles del Departamento de Seguridad Nacional.
En un mensaje publicado en su red Truth Social, Trump reiteró su postura y defendió la intervención federal, señalando que su administración actuará “para liberar a Los Ángeles de la invasión migratoria y restaurar el orden”.
La audiencia del jueves será determinante para definir los límites legales del uso de fuerzas militares federales en suelo estatal, en un momento en que la tensión entre California y Washington alcanza niveles sin precedentes en el actual ciclo de protestas y crisis migratoria.
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