El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) firmó un contrato cercano a los 140 millones de dólares para adquirir seis aviones Boeing 737, que serán utilizados de forma exclusiva para operaciones de deportación de inmigrantes, según reveló un reporte de The Washington Post.
La transacción, confirmada por dos fuentes con conocimiento directo del acuerdo y respaldada por documentos revisados por el diario, marca un salto histórico en la capacidad operativa del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que por primera vez contará con su propia flota aérea.
ICE dejará de depender de vuelos chárter
Hasta ahora, las deportaciones aéreas se realizaban mediante aviones chárter operados por compañías privadas, subcontratadas a través de ICE Air Operations y CSI Aviation.
Con esta compra, el gobierno busca:
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Reducir costos operativos a largo plazo
Controlar directamente las rutas de deportación
Aumentar la frecuencia de vuelos
Acelerar las expulsiones masivas
¿De dónde sale el dinero?
Según los funcionarios consultados por el Post, los fondos provienen de los recursos aprobados por el Congreso como parte de la Ley Fiscal multianual, que asignó más de $170,000 millones al presidente Donald Trump para reforzar su agenda de seguridad fronteriza y política migratoria.
Esta compra forma parte del paquete de medidas con el que Trump busca cumplir una de sus promesas centrales de campaña: la deportación de al menos un millón de inmigrantes.
Cifras récord de detenciones y deportaciones
El llamado “zar de la frontera”, Tom Homan, ha informado que el actual gobierno ya ha ejecutado más de 579,000 remociones desde enero.
Además, cifras oficiales del DHS indican que para finales de noviembre había cerca de 66,000 inmigrantes detenidos en centros de ICE, un récord histórico en Estados Unidos.
La expansión de la flota aérea apunta a aumentar todavía más ese ritmo de deportaciones en los próximos meses.
Lo que dice el DHS
Consultada por The Washington Post, la vocera de DHS, Tricia McLaughlin, defendió la compra:
“Estos aviones permitirán a ICE operar de forma más efectiva, con patrones de vuelo más eficientes y un uso más estratégico de los recursos”.
Preocupación entre comunidades migrantes
Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes advierten que esta inversión no busca mejorar procesos humanitarios, sino agilizar expulsiones masivas, en un momento en que:
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Se han pausado procesos de asilo
Hay retrasos en green cards
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Miles de personas quedaron sin protecciones legales
La compra de la flota aérea refuerza la percepción de que la actual administración apuesta por la deportación como eje central de su política migratoria.