A dos años de la activación del título 3 de la ley Helms-Burton, que permite a los ciudadanos estadounidenses entablar acciones legales en tribunales del país por la explotación de bienes confiscados por la dictadura castrista, finalmente se anota un triunfo, tras el acuerdo en el que llegó una multinacional de materiales de construcción con sede en Suiza para pagar una compensación a la familia Claflin de Boston por el uso de una propiedad expropiada en 1960.