Lo que debía ser una noche de música urbana y fiesta en Pabexpo terminó convertido en escenario de peleas y controversias. El concierto de los reguetoneros Dany Ome y Kevincito El 13, celebrado este viernes en La Habana, se vio marcado por escenas de violencia entre asistentes y la presencia de figuras vinculadas al poder político cubano.
Varios videos grabados por testigos y difundidos en redes sociales muestran al menos dos enfrentamientos. El primero ocurrió en la entrada del recinto, donde grupos de jóvenes se lanzaron golpes en medio de un tumulto.
El segundo enfrentamiento, registrado dentro del pabellón, involucró a varias mujeres que terminaron forcejeando en el suelo junto a teléfonos públicos.
Peleas, caos y polémica: el concierto de Dany Ome y Kevincito El 13 en La Habana termina empañado por disturbios y críticas
Las imágenes, viralizadas por cuentas como @reggaeton_cuba_viral y @raggamoffa, muestran empujones, gritos y a otros asistentes tratando de separar a los involucrados mientras decenas de celulares captaban la escena. Muchos calificaron el ambiente como “caótico”, atribuyendo la situación a la falta de organización y a la escasa seguridad para controlar la multitud.
En los comentarios de las publicaciones, algunos usuarios ironizaron sobre el bajo precio de las entradas, mientras otros lamentaron la violencia en eventos musicales que deberían ser espacios de disfrute y esparcimiento.
Las peleas durante este concierto recuerdan incidentes similares ocurridos recientemente en Houston, donde un espectáculo del reguetonero Bebeshito terminó en una pelea masiva con sillas volando y varios heridos. Las comparaciones han encendido el debate sobre la seguridad y la planificación de los conciertos de música urbana, tanto dentro como fuera de la Isla.
Sandro Castro: el concierto de Dany Ome y Kevincito El 13
Dany Ome y Kevincito El 13, radicados actualmente en Miami, viajaron a Cuba exclusivamente para esta gira.
Sin embargo, no solo los disturbios empañaron la noche: la presencia de Sandro Castro, nieto de Fidel Castro, avivó la polémica. Su asistencia fue duramente criticada en redes sociales, donde usuarios lo señalaron como símbolo de los privilegios de la élite en un país que atraviesa una profunda crisis económica y social.
A pesar de los incidentes, el concierto se llevó a cabo hasta el final, pero dejó un sabor amargo entre parte del público y volvió a poner sobre la mesa los cuestionamientos sobre la organización de estos espectáculos masivos y los riesgos asociados cuando no se cumplen las medidas mínimas de control y seguridad.