El régimen cubano trató de lavarse las manos en el escándalo de la participación de mercenarios de la isla en la invasión rusa a Ucrania y la Unión Europea mordió el anzuelo de la versión que ofreció La Habana sobre el asunto.
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SUSCRIBITEEl régimen cubano trató de lavarse las manos en el escándalo de la participación de mercenarios de la isla en la invasión rusa a Ucrania y la Unión Europea mordió el anzuelo de la versión que ofreció La Habana sobre el asunto.
La UE dio su visto bueno a la narrativa de la dictadura, que atribuye esa contratación de mercenarios a una red de tráfico de personas, independiente de las autoridades de la isla.
“Acogemos con beneplácito todos los esfuerzos realizados por Cuba para poner fin a estas prácticas”, dijo a Martí Noticias un portavoz de la oficina de Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea.
El vocero, asimismo, calificó la situación de “inaceptable cualquier intento, en Rusia o en el extranjero, de atraer engañosamente a ciudadanos cubanos o de cualquier otro país, para que se unan a la guerra ilegal de agresión contra Ucrania”.
Según se desprende de la reacción, Bruselas confía en la versión oficial del régimen sobre la red de contratación de mercenarios cubanos, y no ha exigido, al menos públicamente, mayor información al respecto.
La pasada semana, cuando se destapó el escándalo por el influencer Alaín Paparazzi Cubano y el canal Americatevé, el régimen cubano anunció el arresto de al menos 17 personas implicadas en la supuesta red de tráfico humano y tomó distancia del hecho, que ahora ha sido validado por las autoridades de la UE en Bruselas.
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