En Matanzas, una de las provincias cubanas con mayor visita de turistas por su playa de Varadero, autoridades sanitarias reconocen, sin dar cifras oficiales, una alta circulación de los virus del Oropouche y del dengue, que ahora azotan toda la isla.
La alta circulación de ambas enfermedades, con más de 500 cubanos diagnosticados con la fiebre del Oropouche, desde que en mayo pasado se confirmó el primer caso, y el impacto que ya está teniendo en los viajeros que llegan a la Florida, ha llevado a la Asamblea de la Resistencia Cubana desde Miami a enviar un duro mensaje a la Casa Blanca, a las autoridades sanitarias de Estados Unidos y a los legisladores norteamericanos a que tomen la urgente medida de parar temporalmente los viajes a la isla.
La Asamblea de la Resistencia Cubana ya hizo este pedido de suspender temporalmente los viajes a Cuba por los casos de Oropouche en cartas a las principales autoridades del condado Miami-Dade y de la Florida.
Pero ahora hacen este llamado al gobierno estadounidense, teniendo en cuenta que ya suman más de una veintena los casos de viajeros que estuvieron en Cuba y llegaron a la Florida enfermos con Oropouche y creen que no es suficiente con la alerta de viajes a la isla nivel 2 que emitieron los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos.
La expansión a toda Cuba del Oropoche y su impacto en los viajeros que van a la isla y regresan a Miami ocurre en momentos en que autoridades sanitarias intenta aplacar la propagación del virus con fumigaciones a pequeña escala en sitios puntuales, por ejemplo, de La Habana, donde se reportan casos con brotes de fiebre.
Pero son sólo parches en medio de la escasez de combustible y la incapacidad del régimen cubano para acabar con la montañas de basura y los ríos de aguas albañales en muchas de las calles del país.