A punto de cumplir un mes desde su repatriación a Cuba, Denis Picos Rodríguez, de 14 años, enfrenta el insomnio y problemas de salud mientras recuerda con añoranza su vida en Charlotte, Carolina del Norte, donde residía con su familia desde hace dos años y medio. El joven se encuentra ahora en un pequeño apartamento en La Habana, municipio Playa, sin rumbo claro.
Junto a sus padres, Guillermo Picos y Belkis Rodríguez, fue deportado el pasado 28 de marzo en una situación inusual: migrantes cubanos en libertad, pero con órdenes de deportación, fueron devueltos a su país de origen tras haber vivido más de dos años en Estados Unidos y sin antecedentes penales.
Denis ha utilizado las redes sociales para dirigirse al presidente Joe Biden, tanto en inglés como en español, suplicando ayuda para regresar y poder continuar su educación con sus amigos. "Por favor, presidente Biden, ayúdenos a regresar para que pueda graduarme con mis amigos y perseguir mis sueños", imploró.
La familia llegó a EE.UU. el 23 de noviembre de 2021 a través de la frontera entre México y Arizona. A pesar de recibir notificaciones para presentar su caso de asilo ante los tribunales de inmigración, su solicitud fue denegada.
Belkis, la madre, clama desesperadamente por el regreso: "Mi hijo no puede dormir, se despierta durante la noche, extraña a sus amigos, a sus maestros. Les pido encarecidamente que nos devuelvan para que mi hijo pueda volver a la escuela".
El 16 de febrero de 2023, la familia compareció ante el Tribunal de Inmigración de Charlotte, pero también fueron citados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el mismo día. Llegaron tarde al tribunal, y el juez dictaminó la deportación en ausencia.
A pesar de los esfuerzos de su abogada, Grisel Ybarra, para reabrir el caso, el magistrado lo rechazó. Luego, las autoridades los detuvieron el 27 de marzo y los enviaron a Miami, para ser deportados a Cuba menos de 24 horas después.
La familia afirma que ICE les confiscó sus teléfonos y les impidió hacer llamadas, incluso a su abogada. A pesar de los intentos legales tardíos, la deportación ya estaba en curso.
Buscando una solución, la abogada Ybarra ha apelado a los políticos cubanoamericanos, y la congresista republicana María Elvira Salazar está al tanto del caso. Su oficina ha contactado al Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en busca de una respuesta.
La situación de la familia es solo una de muchas en un contexto donde las deportaciones desde EE.UU. a Cuba han aumentado. Si bien la Oficina de Detención y Deportación (ERO) tiene como objetivo a aquellos que representan una amenaza para la seguridad nacional, también considera a aquellos que "socavan la integridad del sistema migratorio".
Aunque las esperanzas de revertir la deportación son escasas, la familia y su abogada continúan luchando por justicia y un posible retorno a Estados Unidos.
FUENTE: www.martinoticias.com/ Ricardo Quintana