El gobierno de las Bahamas anunció la cancelación de los contratos de servicios médicos con Cuba, en un giro que busca establecer relaciones laborales directas con los profesionales cubanos que ejercen en el país. La decisión, que se produce tras conversaciones con Estados Unidos, responde a las preocupaciones internacionales sobre presuntas prácticas de explotación laboral asociadas a las llamadas misiones médicas cubanas.El anuncio fue realizado este lunes por el ministro de Salud de las Bahamas, Michael Darville, durante una sesión parlamentaria dedicada al análisis del presupuesto. Darville detalló que las autoridades bahameñas han decidido suspender la contratación de nuevos médicos y maestros cubanos, y sustituir el modelo vigente por un esquema de contratos directos con los profesionales de la isla.
“A quienes no les interese este nuevo acuerdo se les dará tiempo para organizar su salida y regresar a Cuba”, indicó el ministro, quien subrayó que el proceso será ordenado y respetuoso con quienes deseen concluir su labor en el país.
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La medida se produce tras las negociaciones entre el gobierno bahameño y agencias de reclutamiento cubanas, en las que, según Darville, no se logró un consenso satisfactorio. En paralelo, se desarrollaron reuniones con autoridades estadounidenses, incluida una visita del primer ministro Philip Davis y un grupo de legisladores a Washington, donde dialogaron con el secretario de Estado Marco Rubio. En ese encuentro, Rubio reiteró su postura de que las misiones médicas representan una forma de trabajo forzado, y advirtió sobre sanciones de visado a funcionarios implicados en estos programas.
Darville recordó que, aunque no hay evidencia de explotación laboral en el caso de los trabajadores cubanos en las Bahamas, el gobierno actuará de inmediato si se detectan irregularidades. “Si se descubre algo, será corregido”, afirmó.
El ministro también criticó a las administraciones anteriores, a las que atribuyó la escasez de profesionales nacionales en el sistema de salud y la consecuente necesidad de recurrir al personal extranjero. Según dijo, esa situación fue producto de una mala planificación a lo largo de los años.
Pese al cambio de política, Darville reconoció la contribución de los médicos cubanos al sistema de salud bahameño. “Nuestros profesionales cubanos son valorados y respetados por su dedicación y servicio”, aseguró.
La medida marca un nuevo capítulo en la relación entre las Bahamas y Cuba en el ámbito sanitario, y se enmarca en un esfuerzo más amplio por reformar los modelos de contratación y garantizar condiciones laborales transparentes y justas para todos los trabajadores en el país.