Al presidente de Estados Unidos se le fue la zapatilla durante un encuentro con la familia real británica, en la recepción de la noche de apertura de la cumbre, en la galería de arte Kelvingrove, y disparó un “gas de efecto invernadero”, tan sonoro y prolongado, que fue imposible de ignorar por Camila Parker Bowles, la esposa del príncipe Carlos.
Medios del Reino Unido aseguran que Camila, duquesa de Cornualles, no deja de hablar de la flatulencia de Biden, que parece haber marcado un antes y un después en su vida, tal como lo hizo el famoso Peo de Atanasio, en el popular chiste de Guillermo Alvarez Guedes.
Y eso que la esposa del príncipe sólo se refirió a la parte “musical” y no mencionó –supongo que por decencia- los componentes químicos y radiactivos del disparo presidencial, que sonó como una salva para anunciar la iniciativa de reducir en un 30% las emisiones de metano del ganado vacuno.
“El pedo es vida, porque hasta el papa se lo tira”, escribió el gran Francisco de Quevedo, mientras que el premio Nobel de Literatura de 1989, Camilo José Cela, se sonó uno en medio del Senado español, que transcendió casi tanto como sus novelas.
Pero en este caso, fue la cereza encima del pastel del ridículo paseo de Biden por Glasgow, donde lo más trascendental hasta ese momento había sido la siestecita que se echó durante la cumbre.
El Peo de Atanasio Biden se hizo viral en Twitter con la etiqueta #Fartgate y generó un sinnúmero de memes, tal como sucedió con su siesta en la reunión.
Let´s go, Brandon. Vamos bien.
FUENTE: La Columna de Jorge Morejon