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“Los estadounidenses deberían poder vivir sin miedo a que los inmigrantes ilegales criminales (y) violentos los lastimen a ellos, a sus familias o a sus vecinos”, declaró en un comunicado Tricia McLaughlin, secretaria adjunta de Asuntos Públicos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). “ Estamos enviando refuerzos policiales del DHS a Charlotte para garantizar que los estadounidenses estén seguros y se eliminen las amenazas a la seguridad pública”.
Autoridades locales, entre ellas la alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, criticaron tales acciones, manifestando en un comunicado que “provocan miedo e incertidumbre innecesarios”.
“Queremos que los habitantes de Charlotte y el condado Mecklenburg sepan que apoyamos a todos los residentes que simplemente desean seguir con sus vidas”, se lee en el comunicado, que también fue firmado por el comisionado del condado, Mark Jerrell, y por Stephanie Sneed, de la junta de educación de Charlotte-Mecklenburg.
Este año, la delincuencia ha disminuido en la ciudad hasta agosto, en comparación con los mismos meses de 2024. Los homicidios, violaciones, atracos y robos de vehículos de motor cayeron más del 20%, según AH Datalytics, una firma de análisis de datos.
Sin embargo, el gobierno del presidente Donald Trump ha aprovechado el hecho de que la refugiada ucraniana Iryna Zarutska fue apuñalada de muerte en un tren ligero de Charlotte para argumentar que las ciudades gobernadas por funcionarios de filiación demócrata no protegen a sus habitantes. Un hombre con un largo historial delictivo ha sido acusado del asesinato de la mujer.
El gobierno federal no había anunciado esta iniciativa. Sin embargo, el jefe policial del condado Mecklenburg, Garry McFadden, dijo esta semana que dos funcionarios federales le informaron que agentes de aduanas llegarían pronto.
Charlotte es una ciudad racialmente diversa con más de 900.000 residentes, incluidos más de 150.000 nacidos en el extranjero, según autoridades locales.
Willy Aceituno, un ciudadano estadounidense de 46 años de edad nacido en Honduras, se dirigía al trabajo el sábado cuando vio “a muchos hispanos corriendo”, perseguidos por “muchos agentes de la Patrulla Fronteriza”.
Aceituno dijo que él mismo fue detenido dos veces por agentes de la Patrulla Fronteriza. En el segundo encuentro lo obligaron a salir de su vehículo tras romper la ventanilla del auto, y lo arrojaron al suelo.
“Les dije: ‘Soy ciudadano estadounidense’”, declaró a The Associated Press. “Querían saber dónde nací, o no creían que soy ciudadano estadounidense”.
Tras ser llevado por la fuerza a un vehículo de la Patrulla Fronteriza, Aceituno dijo que finalmente lo dejaron ir tras mostrar documentos que probaban que es estadounidense. Tuvo que caminar cierta distancia de regreso a su auto, y posteriormente reportó el vidrio roto ante la policía.
Paola Garcia, portavoz de Camino —una organización bilingüe sin fines de lucro que atiende a familias en Charlotte—, dijo que, desde el viernes, ella y sus colegas han visto un aumento en la cantidad de detenciones realizadas por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
“Básicamente, lo que vemos es que han detenido a muchas personas”, señaló Garcia.
Greg Asciutto, director ejecutivo del grupo de desarrollo comunitario CharlotteEast, indicó por correo electrónico que el sábado se observó una “actividad significativa" de la Patrulla Fronteriza.
“La mayoría han sido arrestos extremadamente rápidos y enfocados; otros han sido (del tipo) en que ellos andan ‘pescando’”, expresó Asciutto.
En el este de Charlotte, dos trabajadores colgaban luces de Navidad en el jardín delantero de Rheba Hamilton el sábado por la mañana cuando dos agentes de la CBP se acercaron. Uno de ellos intentó hablar en español con los trabajadores, señaló ella. No respondieron, y los agentes se fueron sin realizar arrestos.
“Esto es realmente inquietante, pero lo principal es que tenemos a dos seres humanos en mi jardín tratando de ganarse la vida. No han violado ninguna ley, y eso es lo que me preocupa”, dijo Hamilton, que videograbó el encuentro con su teléfono celular.
“Es un abuso de todas nuestras leyes. Es algo que nunca imaginé que vería en mi vida”, señaló la mujer de 73 años.
En medio de reportes de que habría un operativo migratorio, Hamilton sugirió que se pospusiera el trabajo, pero el contratista decidió seguir adelante.
“Media hora después, él está en nuestro jardín, está trabajando y aparece la Patrulla Fronteriza”, narró. “Están aquí porque buscaban presas fáciles. No había nadie aquí con cámaras de televisión, nadie protestando, sólo dos tipos trabajando en un jardín y una anciana blanca de cabello canoso sentada en su terraza, tomando su café”.
JD Mazuera Arias, quien fue elegido al Concejo Municipal de Charlotte en septiembre, estaba entre un grupo que vigilaba afuera de una panadería latinoamericana en su distrito en el este de Charlotte.
Otra panadería cercana cerró debido a los rumores sobre el operativo migratorio, señaló, lo que muestra el daño a los medios de vida de las personas y la economía.
“Esto es Aduanas y la Patrulla Fronteriza. No somos una ciudad fronteriza, ni somos un estado fronterizo. Entonces, ¿por qué están aquí?”, preguntó. “Esto es una violación flagrante de los derechos constitucionales no sólo para los inmigrantes, sino también para los ciudadanos estadounidenses”.
Asciutto dijo que muchos negocios en el área de la ciudad donde él se encuentra estaban cerrados, y “estamos pensando en formas de mantenerlos a flote, ya que no sabemos cuánto tiempo va a durar esto”.
El gobierno de Trump ha defendido las operaciones migratorias federales en ciudades como Los Ángeles y Chicago, alegando que son necesarias para combatir el crimen y hacer cumplir las leyes de inmigración.
Algunos en Carolina del Norte dieron la bienvenida a la ofensiva. El presidente del Partido Republicano del condado Mecklenburg, Kyle Kirby, dijo que los funcionarios demócratas “han abandonado su deber de mantener la ley y el orden” y están “satanizando a los valientes hombres y mujeres de las fuerzas policiales federales”.
“Seamos claros: al presidente Trump se le dio un mandato en las elecciones de 2024 para mantener la seguridad en nuestras fronteras”, manifestó Kirby en un comunicado. “Las personas que están legalmente en este país no tienen nada que temer”.
Sin embargo, varios cientos de personas protestaron el sábado en un parque de Charlotte.
El gobernador demócrata Josh Stein indicó el viernes que la gran mayoría de los detenidos en estas operaciones no tienen condenas penales, y algunos son ciudadanos estadounidenses. Instó a las personas a grabar cualquier “comportamiento inapropiado” que vean y notificárselo a la policía local.
El Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg enfatizó de antemano que no participa en los operativos migratorios federales.
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Esta historia ha sido actualizada para corregir la ortografía de Zarutska.
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Los periodistas de The Associated Press Maryclaire Dale en Chicago, Brian Witte en Annapolis, Maryland, Jeff Amy en Atlanta y Christopher L. Keller en Albuquerque, Nuevo México, contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
FUENTE: Associated Press
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