Las protestas, impulsadas por partidos políticos de derecha en contra de la propuesta de amnistía, se tornaron violentas nuevamente al caer la noche, cuando policías antimotines obligaron a replegarse a la multitud reunida frente a la sede del Partido Socialista Obrero Español en Madrid, al que pertenece Sánchez.
Sánchez ha conseguido el apoyo público de seis partidos más pequeños para asegurarse la mayoría absoluta de 176 votos, necesarios para reestablecer su gobierno de coalición en minoría con el partido izquierdista Sumar.
La formación de un nuevo gobierno pondría fin a un periodo de incertidumbre política desde que las elecciones nacionales inconclusas del 23 de julio dejaron a las Cortes Generales sumamente fracturadas. El centroderechista Partido Popular recibió la mayor cantidad de sufragios en los comicios, pero no logró el apoyo suficiente para conformar un gobierno en septiembre debido a sus alianzas con el ultraderechista Vox.
El PSOE finalizó segundo en los comicios, con 121 escaños de los 350 que conforman las Cortes Generales, pero ahora cuenta con el apoyo de 179 legisladores en total.
La controversia se ha desatado debido a los acuerdos que firmó Sánchez con dos partidos separatistas catalanes. Los pactos incluyen un compromiso de aprobar una ley de amnistía, la cual eximiría a cientos de separatistas catalanes inmersos en problemas jurídicos por su papel en el intento fallido de secesión de la próspera región nororiental en 2017, que dio pie a la mayor crisis española en varias décadas.
La amnistía beneficiaría a Carles Puigdemont, expresidente regional de Cataluña, quien es prófugo de la justicia española y al que muchos españoles consideran el enemigo público número uno. Puigdemont huyó a Bélgica hace seis años, luego de un referendo ilegal de secesión y una declaración de independencia que no prosperó.
“Vamos a impulsar la convivencia y también el perdón”, declaró Sánchez a los legisladores, en referencia a la amnistía.
“En Cataluña y en otros territorios de nuestro país hay ciudadanos y ciudadanas que consideran que estarían mejor siendo independientes. El gobierno de coalición progresista que pretendo encabezar no comparte esa idea. Nosotros estamos convencidos de que una España unida es una España mejor”, añadió.
Sánchez criticó al opositor Partido Popular por su intransigencia ante los separatistas, lo que según dijo sólo llevó a más catalanes al campo separatista cuando el PP estaba en el poder. Aseguró que su decisión de indultar a líderes separatistas en 2021 redujo las tensiones con Cataluña.
“Evidentemente va a beneficiar a muchas personas. A líderes políticos cuyas ideas yo no comparto y cuyas acciones rechazo”, indicó Sánchez. “Pero también va a ayudar a cientos de ciudadanos y ciudadanas que se vieron arrastrados por el proceso, incluidos policías nacionales y Mossos d’Esquadra (la policía regional catalana), que sufrieron las consecuencias de una crisis política de la que nadie puede sentirse orgulloso”.
Los jueces españoles han criticado duramente la propuesta de amnistía, que han tachado de intrusión de la rama legislativa en la separación de poderes. La Unión Europea también revisa el texto. Sánchez insistió en que la iniciativa es perfectamente legal y se apega a la Constitución española.
El acuerdo de amnistía ha provocado protestas en Madrid e incluso en Barcelona, la capital de Cataluña. El Partido Popular y Vox acusan a Sánchez de traicionar a la nación al conceder la amnistía para mantenerse en el poder. La semana pasada, y nuevamente el miércoles por la noche, varias manifestaciones de la derecha frente a la sede del PSOE en la capital española se tornaron violentas.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, arremetió contra Sánchez por haberse opuesto en reiteradas ocasiones a una amnistía en ocasiones anteriores, calificándola de inconstitucional, y denunció su cambio de parecer a fin de obtener apoyo en las Cortes Generales de parte de los secesionistas, llamándolo un “fraude electoral” y “corrupción política”.
“La amnistía no mejora la convivencia. Si era tan buena, ¿cómo no lo aprobaron antes? Llevan cinco años en el poder”, dijo Feijóo.
El líder de Vox, Santiago Abascal, acusó a Sánchez de llevar a cabo un golpe de Estado y lo comparó con Hitler, antes de que el presidente de la cámara lo reprendiera.
Abascal y Feijóo prometieron bloquear la medida.
Varios cientos de personas se manifestaron el miércoles contra Sánchez cerca del Palacio de las Cortes, el cual fue acordonado en medio de un fuerte dispositivo de seguridad durante el debate, pero no se reportaron incidentes.
Sánchez presentó su plan de gobierno, destacando el progreso económico y social durante su gestión. Comparó sus promesas de ampliar los derechos de las mujeres y de los trabajadores, los servicios de salud y vivienda y combatir el cambio climático con lo que calificó de la agenda reaccionaria del PP y Vox.
“El único muro eficaz contra las políticas de la ultraderecha ha sido el gobierno de coalición”, manifestó el jefe de gobierno.
En caso de que Sánchez, quien gobierna desde 2018 y es uno de los líderes socialistas que más tiempo lleva en el poder en Europa, pierda la votación del jueves, tendría una segunda oportunidad el sábado, cuando sólo necesitaría más votos a favor que en contra.
El acuerdo con los separatistas fue a cambio de su apoyo a la coalición de gobierno para un periodo de cuatro años.
Pero a Sánchez le queda un complicado camino por delante, tal como lo explicó Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, quien le recordó al presidente del gobierno que los separatistas seguirán presionando con el fin de que les otorgue un referendo autorizado para la independencia de Cataluña.
“Nosotros hoy aquí tenemos la capacidad para obligarte a acabar con la represión”, dijo Rufián. “Quizá tendremos la capacidad de obligarte para que se vote un referéndum”.
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Wilson informó desde Barcelona.
FUENTE: Associated Press