La sesión tenía como objetivo votar una ley para aumentar la financiación de la educación universitaria, pero la oposición denunció procedimientos irregulares y exigió la confirmación de la renuncia del primer ministro Milos Vucevic antes de cualquier votación adicional. El incidente refleja la profunda crisis política en Serbia, marcada por protestas anticorrupción y demandas de un gobierno de transición que garantice elecciones justas, una solicitud que el partido gobernante ha rechazado repetidamente.