La primera sesión ordinaria de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) ha sido pródiga en declaraciones sin sentido, propuestas absurdas y órdenes de regresar a experimentos pasados que parecen propios de la Comunidad Primitiva.
Esteban Lazo Hernández, un veterano comunista de 79 años que durante las últimas décadas ha vivido de los placeres que le otorga están en la cúpula del sistema, ha acaparado titulares con sus descabellas reflexiones. La última de ellas parece más increíble que las anteriores.
“Las diferencias de ingresos que tenemos nosotros en nuestra sociedad. Hoy tenemos personas con un alto poder adquisitivo que están comprando las cosas más caras. Por eso es que hay precios altos, porque hay quien los compra”, argumentó Lazo Hernández en su condición de presidente de la ANPP donde demuestra un total desconocimiento del funcionamiento básico de la economía.
Lazo Hernández, natural del municipio de Jovellanos, solo alcanzó a finalizar estudios del quinto grado en la enseñanza primaria. En 1959 tenía 14 años y comenzó vincularse con los comunistas asumiendo tareas en su zona. Su fidelidad y color de piel lo han hecho el candidato perfecto de la cúpula para mantenerlo en puestos de dirección, aunque sus capacidades intelectuales lo traicionan a menudo.
Los precios de bienes y servicios en una economía se forman a través de una compleja interacción de factores. La oferta y la demanda desempeñan un papel fundamental; cuando la demanda supera la oferta, los precios tienden a subir, y viceversa. Además, los costos de producción influyen en los precios, ya que los productores pueden ajustarlos para mantener sus márgenes de ganancia.
La competencia en el mercado también es relevante, pues la presencia de múltiples empresas puede llevar a precios más bajos. Las políticas gubernamentales, como impuestos y regulaciones, son parte crucial de la formación de una ficha de costo para un bien o servicio. Ninguno de estos factores está contenido en la declaración de Lazo Hernández, que carece de todo rigor económico.
En cambio, la cruzada oficialista contra la inflación pretende culpar al sector privado que vende productos importados en la Isla debido a la escasez de producción nacional. Esa estrategia es conveniente para el Estado, pues al manejar la narrativa oficial no se hace alusión a la dolarización de la economía impulsada por la cúpula gobernante, que por ejemplo vende todos los productos de primera necesidad en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).
FUENTE: periodicocubano.com